¿Quieres que tu hijo sea más creativo? Deja que tenga contacto con la naturaleza
Existen múltiples juegos y técnicas para estimular la creatividad de tu pequeño y una de ellas es realmente sencilla: permitirle que disfrute de juegos al aire libre. Sin embargo, no sólo se trata de que se balancee en un columpio o se deslice por toboganes en el parque más cercano, sino que sus experiencias sean en contacto con la naturaleza. Te explicamos.
Los niños que juegan en contacto con la naturaleza son más creativos y activos
Explorar riachuelos y campos de flores, cavar alguna superficie de tierra, caminar por troncos, recoger piedritas a la orilla de un lago, correr por amplios pastizales son algunas actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza que no sólo motivan a los niños a mantenerse en constante movimiento, sino también a desarrollar su creatividad.
Un estudio de la Universidad de Tennessee descubrió que los niños que juegan en contacto con la naturaleza o en espacios de recreo naturales tienen mayores oportunidades de explorar, descubrir y aprender en comparación con los niños que van a parques tradicionales en donde hay juegos de metal como columpios, subibajas, resbaladillas, etc.
Estos espacios de juegos tradicionales son ideales para distraerse un rato pero al ser siempre los mismos, los niños pueden aburrirse rápidamente o jugar de manera monótona. En cambio, los espacios de recreo naturales promueven un juego nuevo cada vez que tu pequeño se aventura a conocer la naturaleza, lo cual es perfecto para su desarrollo infantil.
Los espacios naturales fomentan un juego mucho más activo y largo en donde la imaginación de los niños se echa a volar. Estar en contacto con la naturaleza les presenta un amplio abanico de posibilidades para crear historias que se adecúan al entorno natural: pueden tener diferentes rocas, ramitas, piñas y semillas de árboles y demás elementos naturales que pueden convertir en espadas para un duelo de piratas, comidita para una sesión de té o cualquier juego que su creatividad les proponga en ese momento.
Además de fomentar su imaginación y creatividad, estar en contacto con la naturaleza les permite explorar, correr, saltar, gatear, oler, tocar y descubrir cosas que en un parque de juegos tradicionales no se explota del mismo modo. Todo esto ayuda a que dediquen más tiempo jugando y de esta forma también ejercitan y fortalecen sus habilidades motoras.
Sabemos que en ocasiones no es tan sencillo tener al alcance un espacio natural en donde tu hijo pueda explorar en el día a día, pero los fines de semana o una o dos veces al mes puedes buscar algún sitio no tan lejano a casa en donde la naturaleza esté al alcance de tu pequeño.
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