¿Por qué los niños necesitan modelos?

Una nena se viste con la ropa de su mamá; sigilosamente le usa el lápiz labial rosa, su color preferido, y coloca sombra en sus ojos y se calza los zapatos de taco alto, ese oscuro objeto del deseo de cualquier niña en todos los idiomas. Un niño se pone la capa de Superman, y por unos momentos es el defensor de la justicia por excelencia, es la representación máxima de todos los valores buenos; es el defensor de los indefensos; es el que todo lo puede.

Lo que hacen los niños cuando se divierten jugando roles es imitar modelos, algunos de los cuales representan aquello a lo que aspiran en la vida. Por eso, nos parece importante reflexionar acerca de por qué los niños necesitan modelos.

La responsabilidad de los adultos en la construcción de modelos

Cuando observamos adolescentes que golpean a otros; cuando la realidad nos devuelve imágenes de niños que apenas llegan a los trece años ejerciendo bullying sobre compañeros de escuela; cuando los ancianos son atropellados y sufren falta de respeto; los que hemos fallado hemos sido los padres, en la mayoría de los casos.

Todos los niños nacen inocentes, son como libros en blanco, cuyas líneas empiezan a escribirse a medida que crecen, y que se nutren de todas aquellas experiencias que viven con sus padres y en el entorno que los rodea. Los niños aprenden de las acciones que ven en sus padres, que marcan más que las palabras. Por eso, siempre es positivo plantearse qué ven nuestros hijos en nosotros, qué les decimos con nuestros gestos y nuestras palabras.

¿Qué necesitan los niños de los adultos para encontrar modelos inspiradores?

Cuando hablamos de modelos, no queremos decir que los niños deban imitar exactamente a los adultos. Los niños necesitan inspiración. Por eso, aquí te brindamos algunas sugerencias para inspirar a nuestros hijos.

Mírate en el espejo

Si lo que allí se refleja, si tus costumbres y los valores que defiendes te gustan, entonces estás en el buen camino. Los niños necesitan mentores, tenemos la responsabilidad de guiarlos, para evitar que caigan en el error de seguir falsos ídolos. Nuestros hijos necesitan sentirse conectados con nosotros, y eso solo lo lograremos haciéndonos el tiempo para escucharlos e interesarnos por sus deseos, preocuapciones y sueños.

Incentiva su deseo de aprender

Desde pequeños, los niños nacen con un instinto natural por aprender. Apenas gatean, y ya van sobre sus rodillas presurosos tratando de tocar los objetos para entender el mundo en el que viven; todo lo exploran, todo es una novedad y una fuente inagotable de conocimiento que quieren absorver. Es importante que como padres estimulemos ese deseo de aprendizaje.

La educación, tanto la que reciben en el hogar como la que reciben en la escuela, es la llave para un futuro prometedor. Manten una buena relación con sus maestros, ellos son guías mientras tus hijos comparten la jornada escolar.

Dile no a la violencia

Violencia no es sólo golpes. Violencia es cuando no respetamos a nuestros mayores en la calle; violencia es cuando no tenemos paciencia; violencia es cuando manejamos un auto e insultamos a los demás por sus malas maniobras; violencia es cuando somos indiferentes a las necesidades de los demás y volteamos la cabeza para otro lado.

Crear un mundo sin violencia es responsabilidad de todos, y un buen comienzo, al alcance de nuestras manos, es tratar a todos los que nos rodean con amabilidad. ¡Cuánta magia hay en una sonrisa y en la cortesía!

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