¿Incontinencia infantil? Te contamos los principales mitos y realidades de este problema

La incontinencia infantil es un tema delicado. Siempre que sale en una conversación con otras mamás, vemos gestos tímidos y escuchamos palabras inseguras. Es un asunto del que da pena platicar y en gran parte se debe a que no conocemos mucho al respecto.

Hay varios mitos que convierten la enuresis, o incontinencia infantil, en un tema tabú; sobre todo cuando se trata de hablarlo con otros adultos y pedir un consejo bien informado. Por ello, te vamos a contar la verdad detrás de los mitos más famosos de este problema. Te darás cuenta que no es tan malo como parece.

1. Solo hay un tipo de incontinencia infantil

FALSO. Existen dos tipos de incontinencia infantil: la Enuresis Nocturna Primaria (ENP) y Enuresis Nocturna Secundaria (ENS) .

La Enuresis Nocturna Primaria es la que tienen los niños que nunca han hecho la transición a la sequedad nocturna. Los niños con ENP pueden tener dificultad para despertar por la noche y producir más orina al dormir.

Por otro lado la Enuresis Nocturna Secundaria es cuando un niño que dejó de mojar la cama vuelve a hacerlo después de unos meses. Este problema requiere la revisión de un pediatra, ya que puede ser ocasionado por infecciones urinarias o estreñimiento.

2. Mojar la cama es algo inusual

FALSO. Un estudio realizado por la Universidad de Aberdeen, Reino Unido, reveló que aproximadamente el 20% de los niños de 5 años han experimentado incontinencia del tipo ENP, por lo cual podemos observar que este problema es bastante común.

3. Mojar la cama se debe a una condición física

VERDADERO. Mojar la cama al dormir sugiere que los niños tienen dificultad para despertar durante la noche. Además es probable que su cuerpo produzca menor cantidad de la hormona que suprime la producción de orina. Estas condiciones pueden tener una base genética; es decir, pueden ser hereditarias.

4. Aguantar las ganas de orinar puede ayudar al tratamiento de este problema

FALSO. Parece lógico que si nuestros peques practican aguantarse las ganas de orinar pueden mejorar la capacidad de su vejiga y pasar la noche sin hacer pipí; sin embargo, investigaciones recientes demostraron que esta técnica no reduce la incontinencia.

• No te pierdas: «¿Tu hijo moja la cama? Aprende cómo apoyarlo para superar esta situación»

5. Mojar la cama es una enfermedad

FALSO. En muchas ocasiones la incontinencia infantil es un síntoma de alguna otra enfermedad como estreñimiento, infecciones en el tracto urinario, apnea del sueño, obesidad, migraña, anorexia, estrés y diabetes. Si tu peque está mojando la cama lo primero que debes hacer es ir al pediatra y descartar otros problemas médicos, en especial si tu hijo volvió a mojar la cama después de no haberlo hecho en al menos 6 meses.

6. Tratar los problemas psicológicos de los niños ayuda a que dejen de mojar la cama

FALSO. Algunos niños que mojan la cama pueden tener ansiedad o algún tipo de depresión; sin embargo, tratar estos problemas no necesariamente ayuda a resolver la incontinencia. Por otro lado, algunas investigaciones han revelado que un tratamiento exitoso de la incontinencia ayuda a mejorar los problemas psicológicos que puedan existir.

7. No hay un tratamiento para este problema, solo esperar a que los niños crezcan

FALSO. Los médicos recomiendan dos tratamientos para curar la incontinencia infantil:

• Con desmopresina, una versión sintética de la vasopresina, hormona antidiurética producida por el cuerpo humano.
• Con alarmas al mojar la cama. Este es un mecanismo que se compone de una alarma que se coloca en el hombro de la pijama y cuenta con un cordón que pasa por debajo de la ropa y llega hasta un sensor colocado en la ropa interior del peque. Cuando el peque orina en la noche, la alarma los despierta. Un estudio demostró que la mitad de los niños que durmieron con alarmas de este tipo por 12 noches seguidas, dejaron de mojar la cama.

Ahora que ya sabes la verdad sobre los mitos más populares de la incontinencia infantil, puedes darte cuenta que es un problema mucho más común de lo que imaginabas y la mejor manera de ayudar a tu peque es buscar un tratamiento que se adecúe a sus necesidades, mientras lo apoyas emocionalmente. Si tu hijo tiene este padecimiento, puedes apoyarlo con herramientas extra como los calzones desechables que se vean como ropita interior, que lo ayudarán a mantenerse seco durante la noche.

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