Cuando quedamos embarazadas, todo el mundo tiene algo que decir. Panza redonda seguro es varón, no subas escaleras, tienes que comer por dos, no te pongas en cuclillas, qué es eso de hacer ejercicio, no tengas relaciones que le haces daño al bebé...
Historias de partos: no permitas que te asusten

Qué embarazada no ha escuchado mil y un consejos que, a veces, rozan la superstición. Con buenas intenciones, claro está, la multitud de parientas y amigas que rodean a la embarazada buscan trasmitir su experiencia con la intención de ayudar o prevenir de los males que ellas pasaron.
Es que, como pocos temas, el embarazo trae consigo un montón de mitos y creencias. Si bien no nos hará daño que pronostiquen el sexo del bebé con una monedita, hay otras cosas que sí pueden molestarnos: me refiero a las historias de partos dignas de la galería del terror. Con nuestras hormonas revolucionando el estado de ánimo y la sensibilidad a flor de piel, algunas historias pueden asustarnos gratuitamente, generando miedo al parto, pero pocas tienen que ver con la realidad.
Cada mujer guarda la experiencia de su parto de distinta manera. Para algunas, el parto fue una maravilla en la que no sintieron casi dolor, y si hubo dolor "fue el dolor más maravilloso del mundo, porque te traje a ti". Es el caso de la mayoría de nuestras madres, yo sostengo que la mía me decía eso por temor a que la dejara sin nietos.
Para otras, la experiencia fue aterradora. Tanto, que no tengo tíos. "Estuve tres días con la cabeza de tu padre a medio salir, que no te pase lo mismo". Lo peor es que la abuelita está convencida que todo ocurrió así. Clase de parto mediante, sé que no hubo posibilidades de que ocurriera semejante figura, pero ella sigue insistiendo. Es claro, esa fue su experiencia, esa fue la manera en la que ella registró su parto, su proceso y su dolor.
Por esa razón, si alguna historia te asusta, pregunta. Tu instructora, tu médico, tu partera: todo el personal médico dispuesto a ayudarte será capaz de disipar tus temores y de mostrarte qué hay de realidad y qué de fantasía en cada relato de una mujer dando a luz. No guardes temores, en su lugar recibe buenas experiencias.









