¿Hasta cuándo los padres deberíamos mantener vivos los mitos infantiles?

Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Pérez… ¿quién no ha creído en ellos aunque sea una vez en su vida?... 

Probablemente recuerdes el momento cuando dejaste de creer en los mitos infantiles; quizá lo descubriste sola, o alguna de tus amigas se enteró y te lo dijo. Y ahora que tus hijos vienen a preguntar sobre estas cosas, ¿qué les dirás? 

Si bien no hay una edad “apropiada” o una edad límite, ya que cada niño es diferente, la mayoría de los niños parecen empezar a dudar acerca de la existencia de estos personajes entre los 4 y los 7 años, cuando comienzan a hablar con otros niños, por lo que al empezar al ir al colegio es probable que te topes con este dilema, si no antes. 

¿Existe una edad ideal?

El verdadero quid de la cuestión en este caso no se trata de encontrar la “edad ideal” para hablar con ellos, sino cómo reaccionar y qué decirles cuando vengan a preguntar, porque créeme que vendrán a hacerlo, más en este mundo tan interconectado.

La mayoría de los psicólogos sugieren que lo más importante en este punto es que los niños sientan que pueden confiar en sus padres para decirles la verdad, incluso en estas cosas. En otras palabras, sea cual sea el momento en que tus hijos pregunten si Papá Noel, los Reyes Magos y el Ratón Pérez son reales, es hora de que les digas la verdad.

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Qué hacer cuando llega la hora de la verdad

Esto no es siempre fácil, por supuesto. Muchas veces podemos sentir que estamos matando sus ilusiones y sueños infantiles. O podemos sentirnos culpables por sus reacciones de rabia o tristeza. Pero tienes que resistir la tentación de tratar de consolarlos con otra mentira, y dejar que lloren o se enojen, y expresen libremente toda su frustración.

A pesar de que se sentirán decepcionado de que estos personajes no sean reales, cuando crezcan apreciarán que le hayas dicho la verdad cuando estaban listos para saberla. Porque créeme que si preguntan, es porque están listo para escuchar la verdad. 

Sobre todo no trates de evitar que expresen sus sentimientos. Por doloroso que sea para nosotras verlos sufrir, ellos necesitan saber que podemos aceptar sus sentimientos en lugar de mentirles para evitar el escándalo. Así que cuando llegue el momento de que los mitos infantiles mueran, obsequia a tus hijos el regalo de permitirles expresar sus sentimientos y estar allí para consolarlos. 

Y tú, ¿a qué edad dejaste de creer en los mitos infantiles? ¡Comenta!

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