¡Malditas hormonas!
¿Estás en el primer trimestre del embarazo? Seguro te harán llorar estas 7 cosas

Qué lindo momento estar embarazada, ¿lindo? ¡Un momento inestable! Ah, pero es perfecto, porque estás esperando lo que siempre quisiste: convertirte en mamá. Claro, pero si nos hubieran dicho que costaba tanto, ¡lo pensaba más de una vez!
¿Miento si digo que alguna vez esta conversación pasó por tu cabeza? Ahá, te agarré, ¡te ha pasado sí! Y seguro has llorado, ¡yo también! El primer trimestre del embarazo es, quizá, algo difícil. La emoción de ser mamá se mezcla con esa turbina de hormonas que no para de girar. ¿Por qué estoy tan feliz, tan triste, tan sensible, ta enérgica y tan cansada? Échale siempre la culpa a las hormonas.
Las canciones de Disney

Disney siempre nos emociona, pero… cuando estamos embarazadas nuestra sensibilidad está algo extrema. Es casi imposible escuchar esas canciones de nuestra infancia y no llorar.
¿No has escuchado aún? Ponte a prueba, ¡quizá seas la excepción de toda regla!
El sueño

¡Ahhh! Quiero llorar, tengo mucho mucho sueño. Pero ni una siesta de 8 horas alcanza. ¿Por qué, malditas hormonas, por qué?
Las ganas de comer todo

Esas ganas de comer todo lo que hay por tu comida puede generarte ganas de llorar. ¡No quiero comer todo esto, pero qué ganas de comerloooo!
Y las náuseas que no te dejan comer todo

Pero cuando llegan esas náuseas molestas, llorar porque quieres comer y ser feliz (además de que no quieres que tu hijo nazca con esa mancha con forma de barra de chocolate).
Saber que eso que quieres no está en el refrigerador

Tienes ganas de helado, sabes que hay en la heladera, vas a la heladera y, ¡RAYOS!.. alguien se comió el helado. ¡¿Por qué?!
Pensar en el parto

Ups, no es momento de pensar en el parto. No lo hagas, no lo hagas. Bueno, te dije que ibas a llorar...
Y pensar en abrazarlo

Un momento emocionante en el que será imposible no llorar. Pero sí que vale la pena.
El primer trimestre nos pone sensibles. Es algo hermoso, no hay dudas. Pero es un momento de hormonas reventando adentro de nuestro cuerpo. Tan solo queda llorar y disfrutar de este grandioso momento.









