“No quiero que mis hijos sean felices.”
“Esta es la razón por la que no quiero que mis hijos sean felices”: la carta de una madre que está dando vuelta el mundo

Esta premisa es extraña para muchas de nosotras que lo que más deseamos es que nuestros hijos sean felices. Sin embargo, esta madre tiene una buena razón para decirlo…
Mia Von Scha es la autora de esta carta en la que explica que todo padre hace hasta lo imposible para que sus pequeños sean felices, por lo que los protegen evitando la tristeza, las desilusiones y la ira. Básicamente creamos un ambiente de tranquilidad y amor en el que nuestros chicos casi nunca deben enfrentarse a sentimientos negativos. Incluso buscamos maneras creativas de levantarles el ánimo cuando los hirieron.
Desafortunadamente, esto no es lo que pasa en el mundo real…
“No quiero que mis hijos sean felices. Quiero que mis hijos sean reales. Y la gente real tiene diversas emociones cada día.”
¿Tendremos que cambiar la premisa?

¿Verdaderamente queremos que nuestros hijos sean felices?
Las palabras de esta madre son tan crudas como reales, a veces nos esforzamos tanto para que nuestros hijos no sufran que nos olvidamos que algún día crecerán y deberán enfrentarse a todas esas emociones que evitamos que sientan. Cuando llegue ese momento, ¿qué harán si nunca los preparamos para sufrir?
Sé que suena horrible, pero la realidad es que les romperán el corazón, los traicionarán y probablemente los desilusionen en varias oportunidades.
Quizá debamos prepararlos para que el golpe no sea tan duro, quizá debamos dejarlos sufrir ciertas cosas para que se hagan más fuertes, quiero que sean felices, pero también quiero que sean capaces de sortear los obstáculos de la vida.
¿Qué es lo que queremos para ellos?

“Quiero que mis hijos sean libres de ser quienes sean o lo que sean en el momento y de saber que son amados en todos los estados. Quiero que se sientan seguros viniendo a mi con su dolor para que podamos conectar y compartir historias, sentimientos y nuestra propia humanidad.”
Quizá no es exactamente la felicidad lo que queremos para nuestros hijos, sino más bien la capacidad de sonreír en los momentos más difíciles y la posibilidad de buscar ayuda cuando realmente lo necesiten.
¿Cuál es el mejor mensaje que podemos darles?
Jamás le diría a mis hijos que no quiero que sean felices, al contrario, siempre les voy a desear luz y mucha felicidad. Pero a su vez quiero que entiendan que todas las emociones que podemos sentir tienen un lugar y un propósito, por eso debemos experimentarlas y aprender de cada una ellas.
La vida se trata de eso, de aprender, de llorar y de ser capaces de reír siempre. Permitamos que nuestros hijos se enfrenten a la vida tal cual es, no coloques algodones debajo para que el impacto no sea tan duro, creeme te lo agradecerán…
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