Enseñar a los niños a decir la verdad

Los niños son como hojas en blanco donde los adultos escribimos, especialmente, los padres. Las cosas buenas que les enseñamos en su niñez quedarán grabadas para toda la vida en ellos. Una persona sincera, honesta en sus actitudes, tiene sentimientos en su interior que reflejan esas cualidades en sus relaciones. Por ello, enseñar a los niños a decir la verdad y la importancia de ser honestos debe ser una tarea principal para los padres.

Cómo enseñar a los niños a ser sinceros

Si bien todas las madres queremos y apreciamos que nuestros hijos digan la verdad, desafortunadamente muchas veces, sin querer, les enseñamos con nuestras acciones cosas contrarias a la verdad, la convivencia, el amor y muchos otros valores los niños aprenden más por nuestro ejemplo, que por lo que decimos con nuestra boca. Si decimos que no se deben decir mentiras, pero nosotros, los padres, las decimos, ellos van a pensar que es bueno decir mentiras aunque digamos que no las deben decir.

El ejemplo más clásico de mentiras de los adultos es cuando les pedimos que le digan a alguien que llega a buscarnos que no estamos, o que le digan que no estamos a alguien que nos llama por teléfono simplemente porque no queremos atender.

Debemos nutrir la honestidad y la sinceridad con nuestras propias acciones, para que los hijos nos imiten en nuestras buenas actitudes.

La parte que tiene que ver con las relaciones sociales es muy importante manejarla con cuidado para que los niños puedan desenvolverse sanamente sin tantos requerimientos. Muchas veces impide que manifestemos nuestros sentimientos para quedar bien o para que parezcamos tranquilos a pesar del estrés y todas las situaciones que nos molestan en algunos momentos.

Recompensas del buen comportamiento

Debemos enseñar a los niños que la honestidad es recompensada siempre y que muchas veces esas recompensas tardan. Siendo honestos van a ganarse la confianza y el respeto de todos, porque son personas en las que se puede confiar.

La comunicación es muy importante para que los niños puedan desarrollar un carácter honesto y sincero. Por ejemplo, cuando los padres conversamos con nuestros hijos y los ayudamos a entender las situaciones que se ven en las noticias, les hacemos comprender que las personas malas tienen un castigo por sus malas acciones. También es importante inculcarles que es mejor reconocer una equivocación y comenzar de nuevo a persistir en el error.

De acuerdo a las edades podemos encontrar ejemplos comprensibles para ellos, leerles cuentos con moraleja y muchos libros que enseñan valores morales y que ayudan a los niños a entender lo bueno y malo de las acciones de cada uno.