"Las comparaciones son odiosas" reza una sentencia popular. Y claro que lo son. Pero seguramente, más de una vez nos hemos sentido tentados de comparar el desarrollo de nuestro retoño con los demás niños de su edad. Que si la altura, que el peso, que si camina o dejó los pañales. Es que nos desvela su salud, su normal desarrollo.
El test de Denver

Cada niño es un individuo distinto de los demás, con sus propios tiempos. Lo importante es considerar si está sano, su evolución, es decir el grado de madurez con la que hace un conjunto de cosas.
Para apreciar a un niño sin la subjetividad que cargamos todos los padres, los pediatras utilizan un test llamado Test de Denver o Escala de Denver. Desarrollado por dos pediatras en los años sesenta, el test de Denver se propone evaluar científicamente el desarrollo psicomotriz de los pequeños desde su nacimiento hasta los seis años. No es un test de inteligencia, sólo indica si el desarrollo de un niño está dentro de los límites normales.
¿Qué es lo que evalúa este test? Tiene cuatro categorías principales:
- contacto social
- lenguaje
- habilidades motoras
- habilidades motoras finas
Con este test, el pediatra controla al niño según su edad. Por ejemplo, a los tres meses de edad ¿sonríe? ¿sostiene la cabeza? A los doce meses, ¿camina apoyándose en los muebles? ¿dice "papá" y "mamá" sabiendo a quién se dirige? Como dijimos antes, lo importante no es un solo aspecto, sino un conjunto. Un niño puede demorarse en caminar solito, pero si es un loro parlanchín seguramente no tenga grandes dificultades.
Hay que tener en cuenta que es un test creado para detectar rápidamente problemas importantes, se utiliza como una herramienta para estudiar un gran número de niños y decidir quién debe seguir siendo estudiado y quién no.
Si tienes alguna duda sobre el desarrollo de tu hijo, sin dudar pregúntale al médico. Quizá no sea nada, pero si hay algún problema es mejor detectarlo cuanto antes.









