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El milagro de Kate Ogg: resucitó a su bebe con calor de madre

Emoción y profunda alegría; estos suelen ser los sentimientos dominantes en el nacimiento de un hijo. Pero, siempre hay excepciones y el nacimiento de los mellizos Ogg fue una de ellas -al menos al comienzo. 

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Después de haber llevado en su interior durante seis meses a sus mellizos Emily y Jamie, Kate Ogg recibió la terrible noticia de que uno de sus hijos había nacido muerto. Inundados de tristeza y resignación, los padres quisieron, sin embargo, conocerlo. Ni en sus más remotos sueños, los devastados papás pudieron sospechar que esa decisión le daría un vuelco radical a sus vidas.

Kate recibió en su cansado pecho a su bebé fallecido y con su marido comenzaron a hablarle. De pronto, el frágil cuerpecito de Jamie comenzó a respirar. "Es tan solo un reflejo", advirtió el doctor. A pesar de la ingrata noticia, las caricias y las palabras maternales no se detuvieron. Fue entonces cuando Jamie abrió sus ojitos. "Qué bendición poder ver su mirada antes de que nos deje", comentó Kate. Pero, para la sorpresa de todos, los ojos del recién nacido no volvieron a cerrarse. Minuto a minuto, sus signos vitales se fueron fortaleciendo: Jamie había vuelto para quedarse.  

Los médicos todavía siguen anonadados. No los culpo; después de todo, no son los únicos que a veces olvidan que el amor sí puede hacer milagros.