A veces hay que mirar el pasado para saber hacia dónde ir...
¿Crías a tus hijos como quieres? Presta atención a estas señales

De niña pensaba que todo lo que mi madre hacía y decía era lo mejor. En cierto modo así es, porque gracias a su educación soy la mujer que soy.
Quizá sea porque los tiempos cambian, pero algunas de las enseñanzas de mi mamá yo las transmito a mi hijo de forma diferente. Hoy quiero hablarte sobre esas diferencias, porque estoy segura que te ayudaré a pensar.
¿Cómo quieres criar a tus hijos? ¿Qué valores les quieres transmitir? ¿Quieres que ellos repiten tu historia o que escriban la suya?
El trabajo es lo primero en la vida... ¿Lo es?

Mi madre fue educada en una sociedad en la que no todo era bonanza, creció en época de crisis y por eso, nos crió tal como lo aprendió. Ella pensaba que el trabajo va antes que todo, incluso que la familia. Eso nos inculcó a mis hermanos y a mí, pero yo no le enseño así a mi hijo.
Para mí, lo primero es el amor de mi familia y el tiempo de calidad con ellos, después es la salud y el trabajo. Reconozco que el trabajo es importante, pero no lo priorizo por encima de la familia.
El valor del dinero... ¿Qué tanto vale?

A causa del primer punto -el trabajo es lo primero- no podía faltar este segundo. Ahorrar era muy importante para mi madre, para tener ahorros con los que sobrevivir en los tiempos de crisis.
Si bien es cierto que ahorrar es un recurso para los malos tiempos, lo importante también es disfrutar de la vida. Aunque en algunos meses se ahorre menos de lo esperado, es mejor que “no vivir” por ahorrar. El dinero no puede comprar el tiempo perdido.
El papel de la religión

El papel de la religión es algo muy personal y que cada uno lleva muy dentro de sí mismo. En mi familia era algo tradicional acudir a misa e intentar inculcar determinados pensamientos y creencias.
En mi caso, prefiero que sea mi hijo el que decida seguir o no una religión y que no reciba una imposición.
Hay otros aspectos de la educación recibida sobre los que debemos analizar. No se trata de renegar el modelo de crianza que nos dieron nuestros padres, sino de tomar lo que creemos mejor para educar a nuestros hijos.
¿Tú también has experimentado diferencias entre lo que enseñas a tus hijos y lo que te enseñaron tus padres? ¡Cuéntanos!









