Comunicación de las madres con sus bebés

Desde el mismo momento en que un bebé nace ya se está comunicando con el entorno. Su primer lenguaje es el llanto, lo que lo hace parecer un extranjero, pero en la misma medida en que pasa el tiempo las madres “aprenden” los nuevos códigos y son capaces de responder a las necesidades del pequeño.

¿Cómo se comunican los bebés?

Llanto

Los bebés nacen con la capacidad de llorar, medio que les permite pedir ayuda. Ellos lloran precisamente para decirnos qué desean o qué les está sucediendo. Puede ser que algo ande mal: un pañal húmedo, mucho frío, hambre cansancio, o para solicitar lo que necesitan: lactar, ser cargados, etc.

Pronto las mamás aprenden a reconocer cada tipo de llanto para cada pedido. Los llantos de hambre suelen ser cortos, los de enojo son agitados. Un recién nacido también puede llorar porque le molestan los ruidos ambientales o por ninguna razón en lo absoluto. No te preocupes si tu pequeño llora y no logras consolarlo: el llanto es también una vía defensiva cuando el bebé está sobrecargado.

Otros métodos sutiles

Existen otras maneras en que un bebé se comunicará con su familia. Precisamente el conocimiento mutuo es el que permite aprender a entenderlo y que se fortalezcan los lazos emocionales.

Los recién nacidos son capaces de distinguir sonidos, especialmente las voces conocidas de las desconocidas. Fíjate bien en sus reacciones cuando escucha tu voz, la que asocia con cuidado y protección.

Si el bebé llora en su cuna, observa qué hace cuando le hablas suavemente, si tu voz le calma, si mira con atención cuando te escucha hablarle en tono amoroso. Es muy posible que su posición, su expresión facial o sus movimientos te muestren sutilmente que te identifica.

¿Qué hacer?

Después que tu bebé nazca ambos se comunicarán entre sí a través de sonidos y toques. Los bebés aprenden de la realidad mediante sus sentidos. A los días, el pequeño se acostumbrará a tu presencia y se concentrará en tu rostro, aunque los sentidos que más va a desarrollar son el oído y el tacto.

Los bebés sienten mucha curiosidad por los sonidos pero especialmente por las voces habladas. Háblale a tu hijo tanto como sea posible. Incluso si no te entiende racionalmente, el tono de tu voz le brinda confianza y seguridad.

Con cada contacto con el mundo, los recién nacidos aprenden; así pues, no te limites en ofrecerle besos y abrazos, de modo que tu hijo sienta que le rodea un ambiente confortable.

La base de la comunicación con los bebés está en atender a sus necesidades. Ellos no pueden malcriarse por exceso de atención, así que responde siempre que llore y déjale saber que es importante y que merece ser atendido.

Si has comprobado que tu bebé está satisfecho y no hay nada funcionando mal, pero aun así llora, no desesperes: a veces los niños están sobre-estimulados, tienen demasiada energía y necesitan descongestionar.

Algunas maneras de aliviar el llanto son: consolar al bebé, mecerlo, caminar con él a través de la habitación, cantar alguna canción, entre otras. Poco a poco irás averiguando cuál es la que más prefiere tu pequeño para superar estos momentos de estrés.

Recuerda siempre:

Si la situación de llanto se torna más exagerada de lo normal, debes llevar a tu hijo al especialista. Cualquier problema puede ser resuelto a tiempo. Mientras antes tomemos medidas, mejor será. En todos los casos mantente paciente y ofrécele todo el afecto que puedas a tu bebé. La comunicación con él es lo más maravilloso que tendrás en tu vida.

Si quieres puedes leer más sobre bebés en nuestro sitio puedes encontrar: ¿Cómo calmar al bebé cuando llorar? y Manual para entender los gestos de los bebés al llorar.