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Cómo organizar tu día si eres mamá de múltiples

Cuidar a un hijo a veces nos vuelve locas... ni me quiero imaginar cuando se es mamá de 2, 3 o 4 bebés al mismo tiempo. ¡Una locura!, sobre todo si no sabes organizarte.

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Vamos a conocer todos los secretos para ser mucho más organizada sin que les falte nada a tus bebés. ¡Sigue leyendo!

Haz una lista con tareas pendientes

No eres una máquina y, si tienes más de un bebé para cuidar, se te va a hacer muy complicado recordar todo. Por eso mismo, un buen consejo que puedo darte es que tengas una lista de tareas pendientes pegada en el refrigerador, ¡para que no se te olvide nada!

Imagen Shutterstock

Prepara un cuadro 

Si tienes hijos mellizos o trillizos —o más—, apuesto a que muchas veces no recuerdas a quién le cambiaste el pañal o quién tomó la leche. Para evitar esto, lo que puedes hacer es dibujar en un pizarrón un cuadro que tenga los días de la semana y que te permita tildar los diferentes cambios de pañal y biberones de la jornada. 

Programa la limpieza con anticipación

Prepara un cronograma diario de limpieza con pocas tareas. Por ejemplo, los lunes, los miércoles y los viernes: lavar el piso, limpiar el baño, lavar la ropa. Los martes, los jueves y los sábados: limpiar los muebles, lavar el patio y cambiar las sábanas.

Si te organizas de esa manera, mantener la casa limpia no será un problema. Obviamente, no tendrás que hacer esto tú sola, tu pareja también tendrá que hacer su parte, porque la limpieza de la casa no debe ser cosa solo de una persona, ¡todos viven allí!

Imagen thinkstock

Lo más importante, ¡diviértete!

Recuerda siempre divertirte con tus hijos, no dejes que la rutina y la falta de tiempo te alejen de tus bebés. Ten presente que los primeros recuerdos de sus juegos con mamá serán los más importantes para ellos y, además, ¡será muy divertido!

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Ser organizadas no es algo que pocas madres puedan lograr, todas somos capaces de hacerlo, siempre y cuando mantengamos la rutina, sobre todo cuando tenemos más de un bebé que cuidar. No es una tarea fácil al principio, pero tampoco es imposible. Solo es cuestión de tener paciencia y no dejar que los nervios y el estrés se adueñen de nosotras.