¿Cómo lidiar contra el estrés que produce la infertilidad?

Siempre soñaste con tener un hijo, vivir tu embarazo plenamente para llegar a ese momento sublime en que tomas a tu pequeño entre tus brazos, lo miras, lo acaricias, lo besas y el mundo se detiene. Pero, aunque lo deseas y realizas todo lo necesario para concretar tus sueños, parece que ese momento tarda en llegar y que nunca lo alcanzarás. La infertilidad parece apoderarse de todo lo que te rodea, y afecta todos los aspectos de tu vida, llevando a vivir un estrés del que muchas veces ni tú misma te percatas.

Por eso, hoy te propongo algunos pasos para lidiar contra el estrés que produce la infertilidad, traer más tranquilidad a tu vida y que puedas así centrar la atención en tu mente y en tu cuerpo.

Reconocer los propios sentimientos

Es importante que entiendas que el stress que sientes es absolutamente normal. Te has sometido a varios tratamientos de fertilidad y aún los resultados no son los que tú esperabas. Ese sube y baja de emociones, el entusiasmo cada vez que intentas un nuevo método y la decepción cuando te informan que aún no estás embarazada, te consume un montón de energía.

Por eso, es importante que no reprimas tus sentimientos, ya sean de culpa, tristeza o enojo. Si deseas llorar, házlo; descarga tu enojo golpeando la almohada; escribe un diario acerca de tus sentimientos, escribir es una buena forma de descargar tensiones y además te permitirá reflexionar y volver al eje.

Apoyarse en la pareja

Aunque tú como mujer llevas la peor parte, porque debes poner el cuerpo con cada nuevo intento en un tratamiento, tu pareja también sufre el estrés que causa la infertilidad. Al igual que tú, él también ha soñado con un hijo. Aunque no esperes que él reaccione de la misma manera; recuerda que como dice el título del libro "los hombres son de Marte y las mujeres, de Venus".

Conversa con tu pareja acerca de lo que cada uno necesita del otro, y si notas que se ha abierto una brecha entre los dos, no dudes en consultar con un profesional y realizar una terapia de pareja. Muchas veces el diálogo en un lugar distinto al hogar, con una voz mediadora, puede acortar las distancias y lograr consenso, allí donde la distancia todo lo llenaba.

Intenta conectarte con tu pareja a través de la intimidad sensual, y no sólo la sexual, un abrazo, unos masajes amorosos y hechos con ternura, dar un paseo de la mano, como cuando eran novios y todo era planes y proyectos para el futuro, escribirle una carta, etc.

Cuida tu alimentación, ya que necesitas mantenerte fuerte. Cuida tu espíritu, bríndate momentos donde puedas desconectarte de todo aquéllo que te entristece o te tira para abajo.

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