Cuando vemos la escena de un nacimento en una película siempre nos muestran a una criatura que llora y balbucea pero que se ve limpito y peinadito en los brazos de su madre. En la vida real, las características del recién nacido son completamente diferentes. Un niño que acaba de llegar al mundo nace con un aspecto azulado, cubierto de sangre y una sustancia blanquecina y pegajosa, pues recién ha salido del vientre de su mamá.
Características del recién nacido

Otra de las características del recién nacido es que se encuentra en estado de alerta. Por lo tanto, este es el momento ideal para que se conozca con su mamá y se inicie el vínculo madre e hijo. La mamá notará que el pequeño tiene los puños cerrados, los codos y las rodillas flexionadas y los brazos y piernitas acurrucadas, pues todavía tiende a acomodar su cuerpo en posición fetal.
Los bebés recién nacidos llegan a este mundo con reflejos instintivos. Por ejemplo, tienden a chupar o succionar con fuerza cada objeto que tienen en la boca. También cierra sus puños cuando siente presión en las palmas de sus manos y extiende sus brazos como señal de sobresalto ante una luz o un ruido extraño.
Una de las características del recién nacido más sabidas es que duermen muchísimo, de 16 a 20 horas por día, aunque a medida que va creciendo sus largas siestas disminuyen. También los estornudos y el hipo son comunes en los bebés pequeños.
Sentirse responsable de una criatura sumamente frágil y vulnerable es un motivo de preocupación y dudas para muchos padres. Si te encuentras en esa situación, no desesperes: nadie nace sabiendo cómo ser padres. Ante cualquier duda, consúltalo al pediatra.









