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Adivina ¿cuál es el tema favorito de las mamás?

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Una de mis tantas promesas rotas es que no iba a ser como esas mamás que se la pasan hablando de sus hijos y mostrándole fotos a la gente de cuanta gracia hacen.

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Pero ¿por qué siempre terminamos hablando de nuestros hijos? por una mejor razón de quienes se la pasan hablando del trabajo, el perro o del novio (o la falta de este). Los hijos son el centro de nuestra vida. No importa cual versátiles seamos, a cuantas cosas nos dediquemos, un hijo está por encima de todo.

Es lo más importante que le pasa a una madre, es experimentar el amor verdadero, el único eterno e incondicional. A mí todavía me parecen un milagro: están vivas, se mueven, hablan. Todavía no me creo que hayan salido de mí.

No te desvincules de los demás

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Son la “novedad”, aunque también es cierto que con la llegada de los otros hijos, baja también la intensidad (ya no le sacamos tantas fotos como al primero), pero se produce un punto de quiebre. A mí me paso con varias amigas que se casaron y tuvieron hijos antes que yo. Llegó un momento en que me sentía totalmente fuera de grupo, hasta que las alcancé y pudimos compartir aún más.

Ver también: 10 cosas que vas a extrañar cuando tu hijo crezca

No se trata de desvincularte, tengo amigas que no tienen hijos y conscientemente trato de mantenerme a raya con mi vida hogareña porque sé que puede resultar fastidioso para la otra persona, pero es poco realista pensar que puedo mantener una conversación sin hacer referencia en algún momento a las personitas más importantes de mi vida.

No todo el mundo nos entiende porque hay que ser madre para vivirlo. Un hijo cambia todo.

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