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8 momentos en los que la sopa de mamá nos hizo sentir mejor (y todavía lo hace)

Nadie nos conoce mejor que mamá. Nos ha visto en nuestras altas y bajas, en los momentos difíciles y aquellos donde superamos un reto. Nos consiente y regaña, nos cuida y nos enseña, pero sobre todo, nos ama.

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El cariño de mamá tiene una manera muy especial de ayudarnos a crecer y ella tiene un remedio único que siempre nos hace sentir mejor: su sopa. Chicas y grandes hemos experimentado la “magia” de este rico platillo y los siguientes momentos son un ejemplo de cómo nos ha ayudado.

#1 El primer día de escuela

Sin importar nuestra edad, el primer día de clases es una locura. Entre los nervios, el miedo, la ansiedad y sí, también la emoción, sentimos que pasamos años fuera de casa y cuando por fin regresamos mamá tenía listo un plato de sopa para consentirnos.

De inmediato nos sentíamos mejor y las dificultades del día se esfumaban porque sabíamos que mamá estaba ahí con nosotras.

#2 Cualquier gripa

Sí, no hay mejor remedio para una gripa que la sopa de mamá. El calor de su amor se sentía en cada cucharada y es una de las cosas que más extrañamos cuando ya no vivimos con ella.

Mamá sabe lo que necesitamos en esos momentos y su apapacho se transforma en la mejor medicina para los resfriados.

#3 La primera vez que nos rompieron el corazón

Después de dejarnos llorar por ese niño de la primaria que nos cortó para hacerse novio de nuestra mejor amiga, mamá nos preparaba un plato de sopa lleno de amor para recordarnos que ella siempre iba a estar a nuestro lado.

En un par de cucharadas nos sentíamos mucho mejor y cómo no, si nuestro corazón recibió la medicina especial de mamá.

#4 ...Y la segunda

Ojalá las decepciones amorosas fueran exclusivas en la infancia, donde recuperarnos es más fácil y menos doloroso.

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Pero el paso de los años llevan consigo una serie de relaciones fallidas que nos harán sentir sumamente tristes. Y sin tener que decirle, porque mamá nos conoce bien, ella tendrá lista el mejor remedio para los corazones rotos: un plato de sopa.

Mamá cuidará de nosotras y se sentará a escucharnos mientras disfrutamos del cálido abrazo de su comida.

#5 Al regresar de la universidad

Si te fuiste de casa para ir a la universidad, seguramente lo que más extrañaste fue la comida de mamá. No importa lo mucho que intentes recrearla (sin éxito) o todas las recetas que te haya compartido antes de irte, nada sabe igual.

Así que cuando regresas a casa, ya sea de vacaciones o porque por fin terminaste la carrera, lo único que quieres es un plato de sopa caliente hecho por ella. Esa rica comida que te tranquilizará y te hará sentir el calor de hogar.

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#6 Después de pasar por un momento vergonzoso

No hay una edad específica para vivir un momento vergonzoso. Puedes tener 10, 20 o 35, el bochorno con el que llegas a casa es el mismo y mientras lo único que quieres es cavar un hoyo y desaparecer para siempre, tu mamá sabe que necesitas que te recuerden que no es el fin del mundo.

Así que mientras planeas convertirte en “esa mujer que nadie volvió a ver”, tu mamá te lleva un plato de su especial sopa y así, mientras disfrutas de esta rica comida, le platicas lo que pasó.

En poco tiempo terminas riéndote de la vergüenza que pasaste y le agradeces por estar siempre a tu lado.

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#7 Tienes nostalgia de casa

Llega el momento en que te vas de casa y es normal que extrañes tu hogar de la infancia, donde está tu mamá y familia. En esos días grises donde te sientes llena de nostalgia visitas a mamá, porque seguro te preparará tu sopa favorita para que la disfrutes mientras te cuenta de su día.

Si no es posible visitarla, una llamada para pedirle que te ayude a preparar su sopa, es la manera perfecta de sentirte en casa aunque las separen muchos kilómetros. Mamá siempre está para nosotras, sólo tenemos que recordarlo.

#8 Cuando la extrañas

Por supuesto que la sopa de mamá nos hace sentir mejor en esos días en que la extrañamos sólo a ella. Su risa y sus pláticas, la forma en que nos abraza, cuida y sobre todo, cómo nos consiente.

Ella nos conoce mejor que nadie y sabe qué necesitamos cuando estamos felices, tristes, avergonzadas o enojadas. Un plato de su sopa especial, la mejor cura para cualquier mal conocido, nos hace sentir mejor de inmediato, es casi magia, ¿no crees?

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Recordar la cocina de mamá ahora es más fácil con las nuevas cremas y sopas de Herdez. Disfrútalas cualquier día de la semana en compañía de la familia