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5 momentos que los padres olvidamos fotografiar y luego nos arrepentimos

En mi opinión, no hay nada mejor que las fotos...

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Cada vez que veo las fotos que tengo en mi ordenador, es como si volviera a vivir cada uno de los momentos que he retratado. Los recuerdos alrededor de cada foto vuelven a mí, incluso cuando ni pensaba que los tenía dentro de mi cabeza.

Por eso es que siempre estoy tomándole fotos a mis niños, aunque ellos siempre se quejan y dicen “mamá, suelta esa cámara”. Cuando sean mayores y vean sus fotos me lo agradecerán.

 Prefiero tener fotos a lamentarme de no tener ninguna imagen de estos momentos que los padres olvidamos fotografiar y luego nos arrepentimos.

#1 Los momentos vergonzosos

Imagen Thinkstock

Tanto tuyos, como de los chicos. Verás que en el futuro, todos querrán sentarse a ver las fotos de tus chicos escarbando su nariz o cuando los regañaste por haber hecho algo malo. Pagaría por ver de nuevo la cara que hizo mi pequeña cuando la atrapé pintando las paredes de su dormitorio con mi máscara de pestañas.

#2 Esos momentos de espontaneidad

Si te pones a mirar las fotos de tus hijos que has tomado, ¿cuántas de ellas son espontáneas y cuántas posando? Me juego todo a que, en la mayoría, están posando.

Tómate fotos aunque tengas el cabello sucio – sí, es muy difícil tomar una buena ducha cuando tienes hijos –, aunque la ropa no sea la mejor, aunque la casa esté hecha un desastre.

En el futuro, cuando veas esas tomas espontáneas, te sacarán una sonrisa y podrás recordar esos años de caos en los que tenías que caminar entre juguetes y ropa sucia.  

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#3 Las primeras veces

Imagen Thinkstock

Y no solo las clásicas, como la primera vez que caminó o que fue al jardín de infantes. Todas las primeras veces valen y, créeme, esas primeras veces que pasan desapercibidas son en las que podrás tomar las mejores fotos.

Prueba con la primera vez que fueron al mar, la primera vez que probó limón, la primera vez que tu hija se puso un sostén, la primera vez que escribió su nombre… Y así podríamos seguir enumerando millones de primeras veces, ¿no?

#4 Los momentos de paz

Imagen Thinkstock

Bueno, no son muchos, pero los hay. ¡Y qué lindos que son cuando duermen y están quietitos!

Me encanta fotografiar a mis hijos cuando hacen la tarea muy concentrados, cuando leen un libro en silencio, cuando están asustados por ver una película de terror. Todas esas fotos documentan cómo sus personalidades van formándose y cómo su inteligencia se despliega. ¡Me encantan!

#5 Momentos con cada miembro de la familia

Imagen Thinkstock

Tengo fotos con cada miembro de la familia y mis hijos, desde la primera vez que los tomaron en brazos, hasta cada visita que hacen a casa. Tú te preguntarás por qué lo hago y yo te daré mi razón que te convencerá de hacerlo tú también.

Cuando veo las fotos de mis chicos con cada miembro de la familia, tengo la oportunidad de ver la química que hay entre ellos, con quiénes disfrutan más estar, la conexión que tienen con ciertas personas, y las similitudes y diferencias. Es algo interesante que te encantará descubrir.

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Es que estos momentos que olvidamos fotografiar de nuestros chicos a veces suelen ser los más importantes. Toma esa cámara y empieza a retratar más, descubrirás mucho más de lo que piensas.

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