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5 cosas maravillosas que una madre experimenta durante el primer año de su hijo

Cuando un bebé llega a nuestras vidas sin duda todo da un cambio de 180º. Ya nada tiene que ver con dedicarnos exclusivamente a nuestra pareja, o poder descansar cuando queremos. 

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Sin embargo, hay muchas cosas maravillosas que ocurren durante el primer año del bebé que hacen que todos los problemas simplemente ya no sean importantes.

#1 La llegada a casa después del sanatorio

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La llegada a casa con el bebé es especial para todas las madres del mundo, nada tiene que ver el salir de casa con la barriga del embarazo y el regreso sea con el pequeño retoño en brazos.

¡Volvemos con un miembro más de la familia! Nuestra vida ya cambió, y así será para siempre.

#2 Descubrir el instinto de madre

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Sin darnos cuenta empezamos a dejar salir el instinto maternal que tenemos dentro y del que casi no éramos conscientes de que lo teníamos.

Conocemos a nuestro hijo mejor que nadie y sabemos qué necesita en cualquier momento. Solo nuestro sexto sentido puede hacer eso. 

#3 Sentir una conexión única

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El vínculo afectivo que existe entre una madre y un hijo es simplemente especial, y solo lo puede comprender una madre verdadera.

Se siente como un lazo aunque no se ve, y une para siempre nuestro corazón con el de nuestro hijo. 

#4 Lo que nos hace más felices 

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No hay nada más lindo y emotivo que ver la primera sonrisa de nuestro hijo. Y aunque sea una sonrisa casi automática, las madres sabemos que no es así... esa sonrisa tiene mucho más de sentimiento y de amor de lo que pensamos.

La sonrisa de un hijo es lo más maravilloso que podremos ver en la Tierra, no hay nada que nos haga más feliz a las madres que ver la sonrisa en los labios de un hijo.

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#5 Los “primero” de todo

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Cuando nuestro pequeño empieza a caminar nos recorre por dentro una adrenalina que es difícil de controlar. Y empiezan los “primeros” de todo: los primeros pasos, las primeras caídas, las primeras palabras, los primeros dientes...

Y hazme caso cuando te digo que lo disfrutes, porque pasa rápido y los hijos solo crecen una vez.

¿Qué cosas maravillosas recuerdas del primer año de tu hijo?

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