Paula Mendoza, joyera por vocación
Diseña en Nueva York, produce en Bogotá y vende en todo el mundo sus creaciones inspiradas en el arte y la arquitectura.

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En Spiegel, la diseñadora colombiana de joyas Paula Mendoza pide su capuchino con doble porción de café y leche descremada. Con él en la mano, camina el par de cuadras que le faltan para llegar a su oficina, en Lower East Side en Manhattan. “¡Ya crecimos! Es super bonita y ahí tengo la exhibición de las joyas, y hay dos personas más que me ayudan”. Lo dice con entusiasmo y asombro, porque hace dos años, cuando nos vimos por primera vez, no era así. Su pequeño apartamento en Little Italy se convertía cada temporada en su showroom y ella se encargaba de todo.
A Nueva York llegó hace tres años con ganas de comerse el mundo. El mercado y reconocimiento que logró cuando vivía en Washington fueron el impulso para llegar a la Gran Manzana, y esta ciudad le dio la energía para seguir creando, pero con otra mirada. “Aquí logré definir el tipo de mujer a la que quería llegar como joyera. En Washington mis clientas eran señoras pomposas, embajadoras, mujeres muy serias. En cambio la clienta neoyorquina es muy internacional, viaja, conoce, le gusta estar a la moda, pero tiene su toque clásico”.
Estudiar, experimentar y viajar
En los tres últimos años, Mendoza ha recolectado los frutos de 10 años de trabajo, a tal punto que le pasó lo que muchos emprendedores del mundo de la moda y el diseño sueñan: que una celebridad use sus prendas. Hace dos años tuvo esa fortuna. Beyoncé le pidió a su asistente Ty Hunter, que le buscara piezas de ella para la grabación de un video. “Eso fue como la patadita de la buena suerte, como decimos en Colombia. Le mandamos varias y finalmente utilizó un collar, un brazalete y un anillo. Después de eso comenzaron a contactarme más estilistas y más tiendas, incluso algunas a las que había visitado y no me pusieron atención en su momento".
Arte y arquitectura, la inspiración
El arte y la arquitectura son una gran fuente de inspiración para esta colombiana, algo que se puede ver en sus colecciones: el Castillo Real de Aranjuez, la obras de Alexander Calder y ahora, para su colección primavera-verano 2016, que mostró en el marco de las semanas de la moda de Nueva York y París, fue el icónico Bubble House, la casa de Pierre Cardin en Cannes (Francia) diseñada por el reconocido arquitecto Antti Lovag. “Son bolas con color y utilizo enamel, un técnica antigua de India con esmalte para dar el color”. Y aunque su inspiración venga de esos mundos, en sus colecciones siempre hay piezas que recuerdan las prendas precolombinas.
Paula no se deprende de su país. Es más, viaja con frecuencia a Bogotá porque allí tiene su taller, que ya cuenta con 28 personas para atender sus numerosos pedidos. En esta tarea le ayuda su mejor ‘socia’: su mamá. Sin embargo, Nueva York es fundamental para ella. “Es mi verdadero amor, un amor absolutamente intenso y pasional, así sea ruidosa y sucia”.

Cuatro palabras clave para triunfar en Nueva York, según Paula
Perseverancia: Siempre hay que ser súper perseverantes, porque esta ciudad es muy competitiva, es muy dura, y todo el tiempo hay diseñadores y artistas nuevos y talentosos. Entonces no hay que rendirse.
Pasión: Hay que tenerla porque se nota cuando no haces las cosas de corazón. Si no las haces con pasión, es cuando las cosas no salen bien.
Dedicación: Todos los días hay que levantarse y trabajar sin parar.









