Conocemos varias clases de yoga, algunas milenarias, otras más recientes; algunas tradicionales, otras posmodernas. Prestamos atención a una de estas últimas, concretamente al yoga acuático, una variante del yoga que ha ido ganando popularidad en la cuna del yoga, la India, y que promete volverse popular en el mundo entero.
Yoga acuático: Asanas en el agua

Lo dice su nombre: el yoga acuático consiste en practicar asanas en el agua. Así como el yoga en tierra firme tiene una técnica particular, el yoga acuático desarrolla técnicas de equilibrio y de balance muy diferentes, al no tener el soporte de suelo para realizar las asanas. Sin embargo, a pesar de que parece muy desafiante y complejo, el yoga acuático es una actividad apta para todos.
De hecho, tal como explica Harish Chaturvedi (profesor de yoga acuático en Agar, India), el yoga acuático puede ser realizado por cualquier persona que sepa nadar. El nivel de oxígeno en el agua es muy alto en el agua, por lo que no se experimentan problemas de respiración para los practicantes.
Obviamente, el desafío tiene otras características que el yoga convencional. Por ejemplo, no todas las asanas pueden realizarse con facilidad, y algunas de hecho son impracticables. Sin embargo, la práctica aumenta mucho más la flexibilidad que el yoga convencional, y también la flotabilidad del practicante.
La popularidad de esta clase de yoga viene en crecimiento en todas partes del mundo, y su popularidad trasciende ya la india. Por supuesto que su práctica requiere una infraestructura determinada y profesionales del área, pero no sería de extrañar que su expansión acompañe la de otras formas más raras del yoga (como por ejemplo el yoga para mascotas).









