Aunque te parezca una actividad solo para habilidosos (o peor: solo para hombres), aunque pienses que nunca lograrás hacerlo ni una vez, aunque te sientas sumamente ridículo intentándolo, debes intentar dominar una pelota o balón. ¿Por qué?
Tonifícate y diviértete con una pelota de fútbol


En primer lugar, porque es divertido. Y en segundo lugar, porque es excelente para tonificar piernas y músculos, y un gran ejercicio para tu cuerpo. Lo notarás a los pocos minutos de empezar a practicar: sentirás cómo el calor te invade de golpe. Además, hay un tercer motivo: seas hombre o mujer, fascinarás a los del otro sexo.
Para dominar la pelota solo necesitas ropa adecuada, una pelota (claro) y ganas de intentarlo. No es fácil y sentirás que nunca lograrás hacerlo con decencia, pero te aseguro que este es otro caso en que "la práctica hace al maestro".

Primero intenta patear el balón contra la pared y recibirlo de vuelta con el pie, de diferentes formas (lo mejor es que sea en el aire). Para comenzar, intenta estar descalzo para que el pie se amolde a la pelota e incorpore las posiciones y movimientos necesarios para dominarla.
Luego haz rebotar la pelota contra el piso e intenta que caiga sobre tu pie para que puedas patearla hacia arriba, de la manera más vertical posible, de modo tal que pueda volver a caer sobre el pie y puedas seguir con el juego, la mayor cantidad de veces posible. Una vez que logres dominar la pelota de esta manera, intenta levantar la pelota en el aire con tu pie, sin tener que hacerla rebotar contra el piso. ¡Practica con ambos pies!
Para ejercitar muslos y glúteos, domina la pelota con los cuádriceps: golpéala con ellos hacia arriba y continúa haciéndolo alternando las piernas derecha e izquierda, e intentando que la pelota no caiga al piso. La consigna es que no tomes nunca la pelota con las manos. Si se va, déjala irse, pero evita con todo tu cuerpo (excepto con las manos) que toque el suelo. Practica varios minutos de esta manera para trabajar bien esos músculos, y estira para que al otro día el dolor no sea demasiado intenso.
Y la regla de oro para lograr mejorar día a día: practica con regularidad y observa a quienes saben hacerlo. Con constancia y dedicación llegarás a sorprenderte de tu propio desempeño. ¡Inténtalo ya!
Aquí van algunas imágenes para motivarte:








