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Tengo 27 y nunca me enamoré. ¿O sí?

Luego de haber vivido una juventud plena (desde mi punto de vista), de haber tenido varias relaciones, y de haber dado todo de mí en cada una de ellas, me encuentro ante la interrogante: ¿alguna vez me enamoré?

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Personalmente, no lo siento así; no por lo menos con las relaciones mencionadas. Ahora, luego de una experiencia vivida hace poco (de esas experiencias que te cambian la vida y la perspectiva), mi inquietud se intensificó, ya que, para mi sorpresa, mi corazón no respondía a los comandos de mi cerebro como era habitual. ¿Me habría enamorado? No, no puede ser. ¿Justo ahora? ¿Justo de esa persona?

Aunque el futuro de este sentimiento no parecía ser prometedor, me arriesgué y confronté todos mis temores, me enfrenté conmigo mismo para descubrir que, efectivamente,  había ingresado en la espiral del amor.

Mi historia no es alentadora, por lo que quiero compartir contigo es mi método; un método para identificar si estás o no enamorado. Y de ser el caso, te ayude a entender que, aunque las cosas no salgan como tu planeas, el amor se disfruta siempre.

Más allá de la apariencia

Enamorarse es creer que la belleza (la real, no la superficial) existe. Es estar dispuesto a dar siempre lo mejor de ti, aunque eso, evidentemente, conlleve un esfuerzo enorme y constante.

Es mirar más allá de lo superficial, penetrando en el alma del ser amado. ¿Alguna vez lo has hecho? Bueno, entonces puede que exista la posibilidad de que te hayas enamorado. 

Se trata de una búsqueda, de un viaje

Imagen FOX

Enamorarse no es algo estático. No es un lugar al que llegamos luego de mucho esfuerzo, y después de estar ahí, permanecemos. Es un continuo proceso de aprendizaje, y un viaje difícil, pero placentero.

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¿Sabes cuál es el secreto? No necesitas encontrar a "esa" persona para comenzarlo; es más, seguramente, cuando la encuentres, sea porque coincidieron en la misma parada. 

Enamorarse lejos del rótulo

Por definición, y sin ir muy lejos (ya que entraríamos en una discusión filosófica interminable), enamorarse consiste en un estado emocional nacido al conocer una persona con quien puedes comprender y compartir tantas cosas como trae consigo la vida.

Ahora, acostumbrados a lo que la sociedad ha tratado de imponer, vemos el enamoramiento como un sentimiento exclusivo para las parejas que se encuentran vinculadas románticamente: salidas al cine, besos, caminatas tomados de la mano, mariposas en el estómago... Pero la alegría de compartir todo con una persona trasciende dichas situaciones, enamorarse no se trata de estructuras o seguridad, se trata de conexión.

Amar es una decisión

Enamorarse no es un sentimiento, es una elección de día a día. «El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta... nunca deja de ser», eso me enseñaron mis padres, y así vivo mi vida.

Puede que sea invasivo, intenso; en algunos momentos, sofocante, pero cuando decides que ESA persona es el destinatario de tu amor, tu decisión es constante e inmutable. Tu "siempre" no es una palabra que fluctúe por no ser correspondido o por haber llegado tarde, tu palabra permanece sin importar el tiempo. 

El amor está vivo

Imagen Columbia Pictures

Así que sí, puede que, sin saberlo, me haya enamorado. Puede que haya sido de alguien equivocado; puede que duela, puede que frustre... Pero ¿puede que algún día se apague? No, eso es imposible. Porque también me enseñaron que, aunque todo en esta vida pasa, y la existencia del humano es como hierba del campo, el amor vive; en presente, sin pasado o futuro, el amor simplemente es.