En los últimos días, las muertes de dos personalidades estadounidenses (la diseñadora de modas Kate Spade y el chef Anthony Bourdain) pusieron el tema del suicidio sobre el tapete. Y no es para menos. Según la Organización Mundial de la Salud, esta es la segunda causa de muerte más frecuente entre jóvenes de entre 15 y 29 años, y se calcula que unas 800 mil personas se suicidan cada año, lo que constituye una muerte cada 40 segundos.
Tenemos que hablar del suicidio: te contamos cómo hacerlo de forma constructiva

¿Hablar o no hablar sobre el suicidio?
Los expertos en la materia afirman que una conversación sobre el tema es capaz de salvar vidas. «La evidencia demostró claramente que hablar sobre el suicidio no causa suicidios», expresó Colleen Carr, directora de la National Action Alliance for Suicide Prevention de EE. UU., en entrevista con el Huffington Post. Sin embargo, se ha demostrado que un manejo irresponsable de la información por parte de la prensa sí agrava el problema.
Al ser un tema tan delicado, los expertos nos dan una serie de consejos para hablar de manera constructiva sobre el suicidio.
Consejos para una conversación constructiva

Sí es tu problema
Como en tantas otras cosas, muchas veces solemos creer que el suicidio y las conductas autodestructivas solo afectan a los demás, nunca a nosotros ni a nuestros seres queridos. Aunque no es un tema que se pueda hablar fácilmente en una reunión familiar o una cena con amigos, es importante que comencemos a sacarle el velo a este tabú, porque el suicidio es un problema de todos.
Habla del suicidio como lo harías de cualquier enfermedad
Ten en cuenta que, muchas veces sin saberlo, la conversación que tienes sobre este tema puede ser cuestión de vida o muerte. No es momento para que juzgues ni des opiniones sobre lo que piensas de las enfermedades de salud mental. Habla de estas patologías del mismo modo que lo harías con el cáncer o la diabetes. No es algo que simplemente se pueda «superar» como si nada.
Ábrete
Muchas veces compartir nuestras propias luchas y dificultades puede generar en el otro la confianza suficiente para que nos cuente sus problemas.
Escucha
De nada sirve que el otro te confíe sus pensamientos si no estás dispuesto a prestar una escucha atenta, amable y libre de juicios. No intentes convencer al otro de tus ideas o decirle que todo estará mejor, a veces solo comprender y sentir con el otro es mucho más valioso de lo que imaginas.
Haz preguntas directas

«Si te parece que alguien no está pasando bien, está bien preguntale si está pensando en hacerse daño», explica Victor Schwartz, director médico de la organización de salud mental The Jed Foundation. «Si lo está, es útil preguntar si tienen un plan específico y si piensan que podrían llevarlo a cabo. También es útil preguntarle qué cosas hacen que sienta esperanza en el futuro».
No minimices el problema
El suicidio y las enfermedades mentales son problemas serios. Minimizarlos o juzgar a alguien que está pasando por esto solo hará que la persona se sienta peor.
Ante la duda, siempre es mejor hablar
Dan Reidenberg, director ejecutivo de Suicide Awareness Voices of Education, nos aconseja que, si estamos dudando entre hablar o no decir nada, siempre optemos por iniciar una conversación. «Preguntar sobre el suicidio no va a meter la idea en la cabeza de la persona y conducirla a eso. En realidad, puede ayudarla a reducir su ansiedad, su angustia y potencialmente salvar su vida».
Es un tema incómodo, sí, lo sabemos, pero hablar con alguien puede ser el apoyo que esa persona necesita para empezar a sentirse mejor.
Si tú o alguien que conoces están pasando por una crisis, te dejamos algunos teléfonos de líneas de atención para Latinoamérica.
