Si te has enamorado de un personaje de tu serie favorita, esto es para ti

Por fin te diste una oportunidad para ver aquella serie que tanto te recomendaron. A regañadientes, te sientas en el sofá y te preparas para el espectáculo. Mágicamente, pasas de la duda a la fascinación en cuestión de minutos.

Y es allí cuando sientes un rayo, una flecha que va directo al corazón: Te has enamorado perdidamente de un personaje.

Aunque parece una historia difícil de creer, es más común de lo que nosotros pensamos. Existen casos reales de "amor en 2-D”, es decir  personas que se enamoran de personajes de series y hasta establecen relaciones  (y muy serias) con ellos.

El amor por los personajes televisivos

Hace algún tiempo, el New York Times realizó un artículo relacionado con el tema, específicamente sobre el estudio de un comportamiento que ya es común en Japón. Un grupo creciente de personas daba indicios de estar involucrados en relaciones sentimentales con personajes de ficción.

Los ven, se enamoran y comparten tiempo juntos, tal y como si se tratara de una relación verdadera. Quizás, lo más increíble de todo, es que saben perfectamente que se trata de un personaje ficticio, pero eso no les impide construir una vida que gira en torno a ellos.

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Esta conducta llevó a una serie de estudios que determinaron la razón de esta condición: la soledad y los sustitutos que se buscan para aplacarla. Es decir, al vivir en un mundo hipermodernizado, las personas buscan formas de apaciguar su soledad y tristeza al enamorarse de una figura en 2-D.

Fantasías

Este fenómeno de enamoramiento hacia cualquier personaje de nuestras series favoritas tiene visos de realismo: suspiramos por la nobleza y atractivo de Jon Snow (Game of Thrones), la inteligencia y determinación de Claire Underwood ( House of Cards) o por la personalidad intrigante y complicada de Don Drapper de Mad Men. Los ejemplos son infinitos, claro.

Ese alivio de todo lo que nos rodea diariamente llega cuando finalmente podemos tomar un momento para relajarnos, encender el televisor y encontrarnos con esa persona que tanto habíamos anhelado ver durante el día. Una especie de oasis en medio del caos moderno.

Sin embargo, el visionado es sólo el principio. El social media también ha alimentado estas fantasías al ofrecer páginas, redes sociales y aplicaciones que sirven como conexiones para “mantener” el contacto con la persona amada. ¿En qué se traduce? Se elaboran métodos sofisticados de alta tecnología que sustituyen la persona real por una virtual.

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Lo auténtico

Es difícil definir si los sentimientos que han surgido hacia ese personaje son reales o productos de la imaginación. Son experiencias muy personales, sin duda.

No obstante, este planteamiento hace que nos cuestionemos nuestra propia capacidad de relacionarnos con los otros. ¿Se está perdiendo la esencia del ser humano?, ¿estamos siendo subyugados por una realidad virtual?

Sentirse enamorado es una sensación que nos puede dar alegrías y satisfacción, pero, ¿es conveniente llevarla a ese extremo? Cada quién determinará la respuesta.