¿Qué será de mi vida después del cáncer?

¿Qué será de mi vida después del cáncer? Es la constante pregunta que me realizo últimamente, pues bien ya voy a la mitad de las radiaciones, o sea solo me quedan tres semanas para terminar ahora sí con todo el tratamiento, de ahí solo estaré en observación. ¡¡¡Qué emoción!!!

Las radiaciones han sido “pan comido”, no se comparan en absoluto con las quimioterapias, no se siente nada, solo escuchas a un aparato que está funcionando arriba de ti. Eso sí, mi piel está más sensible, tengo mucha sed todo el día y me canso mucho al salir de ahí, lo bueno que al día siguiente amanezco como nueva.

Pero volvamos al tema principal, después de eso ¿cuál será mi visión, mi sensación? Si bien no coincido con las personas que aseguran que el cáncer les  cambió su vida, se me hace muy ambicioso pensar en que toda tu vida cambia a raíz de eso, a mí solo me ha cambiado la percepción hacía muchas cosas, personas, temas.

Creo que los golpes fuertes de la vida solo nos hacen crecer, no nos convierten en otra persona porque los cambios realmente valiosos son los internos. Sí, podrás cambiar de look, de trabajo, pero qué hay del sentir hacía la vida, los miedos que permites que se esfumen y los que permites que se queden, los retos superados y los que aún no superaste, los nuevos valores adquiridos y los borrados, el nuevo  amor encontrado en uno mismo o el que simplemente queda en el olvido.

Lo que sí tengo seguro es que retomaré muchas actividades que ya no hacía como correr, bailar tap, trabajar de tiempo completo, comenzaré una maestría. También sé que vendrán renovaciones, me mudaré de casa, comenzaré nuevas relaciones, tanto de amistad como de pareja.

Terminó la relación que tenía con mi novio de hace cinco años, con el que ya vivía desde hace un año; supongo que lo ocurrido fue mucho para él o mejor dicho; fui mucho para  él.

Pero como dije anteriormente, esto solo se queda en el exterior.

Por lo pronto, sé que en algún punto me encontraré, me escucharé y sabré cuál es mi camino, lo que sí tengo seguro es que seguiré esquivando los golpes y disfrutando las alegrías que me tiene preparada la vida.