Estas últimas dos semanas han sido de lo peor que me ha tocado vivir en los últimos tiempos. Y sé que no solo a mí; amigos y clientes me dicen una y otra vez lo terrible que han sido para ellos estas dos semanas.
Qué podemos hacer cuando la vida nos pega donde más nos duele

Pérdidas, rupturas, enfermedades e incluso la muerte de alguien cercano y querido han marcado la vida de muchas personas. Y ante todo esto muchos se preguntan: ¿por qué me está pasando esto? ¿Qué hice yo para merecerlo? ¿Y qué puedo hacer al respecto?
Entendiendo los ciclos naturales de la vida

Considero que hay un error grave que se está transmitiendo a través de todo el movimiento actual de espiritualidad y new age, que niega y nos insta a alejarnos de todos los pensamientos, sentimiento y experiencias consideradas «negativas». Todo aquello que no nos gusta, nos pone tristes, nos hace enojar o nos incomoda es escondido debajo de la alfombra porque supuestamente tenemos que enfocarnos en la luz, el amor y sentimientos, pensamientos y experiencias «elevadas».
Pero esto es total y completamente contrario a la naturaleza. Y como nosotros formamos parte de la naturaleza, tenemos que aprender a vivir y trabajar con sus ciclos. Pretender mantenerse positivo u optimista cuando se te cae el techo de tu casa, pierdes el trabajo o fallece un familiar es como pretender que todos los días salga el sol y que nunca llueva.
Para la naturaleza sería terrible si no hubiera días de lluvia, pues toda la vida en el planeta moriría. Incluso lo que consideramos desastres naturales son necesarios para mantener en equilibrio los ciclos naturales. Los tornados, los incendios forestales, las erupciones volcánicas y los tsunamis son tan necesarios como los días de sol, la lluvia y la nieve.
En nuestra vida es lo mismo: no podemos pretender que todo crezca y florezca sin que en algún momento algunas cosas mueran y desaparezcan de nuestra vida. Un árbol necesita renovar sus hojas para poder dar nuevas hojas, flores y frutos en la primavera siguiente. Nosotros necesitamos que ciertas cosas y personas salgan de nuestra vida para que otras nuevas puedan entrar, y podamos seguir creciendo y evolucionando.
Qué podemos hacer cuando la vida nos pega fuerte

Claro que a nivel mental es fácil de entender, pero a nivel emocional duele, y mucho. Esta semana tuve que tomar la decisión de sacrificar a mi amada gatita porque estaba sufriendo mucho a causa de una enfermedad. Y nunca había tenido un contacto tan cercano con la muerte como ese día.
Eso me hizo reflexionar sobre lo alejados que estamos de la muerte, y lo difícil que nos resulta aceptarla y lidiar con ella. Estamos inmersos en una sociedad que oculta con cirugía, maquillaje y un sinfín de artimañas los rastros de la enfermedad y el envejecimiento. Entonces, cuando sucede lo inevitable y la muerte llega, nos pega de una manera para la cual sentimos que no estábamos preparados.
Es entonces cuando nos quedamos aferrados a recuerdos, sentimientos o personas que ya no están con nosotros, y nos estancamos en la vida. La energía astrológica de este momento ha puesto esta situación de relieve, y lo veo en las consultas de tarot que les hago a mis clientes.
La mayor parte de sus problemas actuales viene de algo que sucedió en el pasado y que ellos se quedaron allí, con sus cuerpos físicos en el presente pero actuando como zombies, pues sus corazones y mentes se quedaron mirando hacia atrás. Y como cualquier persona que conduzca un vehículo lo sabe, no se puede conducir hacia adelante mirando hacia atrás, ni un automóvil ni nuestra vida.
Lo que me está ayudando a superar esta pérdida y seguir adelante (que aunque para algunos quizás no sea más que una mascota, para mí era como una hija) es pensar lo siguiente, que comparto contigo porque quizás te ayude a ti también a superar lo que sea que te haya tocado vivir últimamente.
1. Lo que se va tiene una buena razón para hacerlo

He pasado por un divorcio después de estar casada más de 10 años, por pérdidas de empleos, por mudanzas forzadas y por la muerte de familiares y mascotas, y al principio me lo tomaba todo personal, como si esas personas o cosas se alejaran de mí a propósito para hacerme sufrir, como si la vida se la hubiera agarrado conmigo y me odiara.
Entonces en algún punto entendí que esa persona, empleo, lugar o mascota tiene una buena razón para irse de mi vida. Es cierto que a mí no me gusta la situación y me duele o me da rabia, pero al final del día me gusta pensar que se fue por una buena razón, para ella y para mí. De esta manera salgo de la posición de víctima y de «pobrecita yo, mira todo lo que me pasa», y logro recuperarme más rápido de la pérdida.
2. Lo que se va te enseña algo sobre tu vida

Después de haber estado en ese lugar de pérdida y encararlo de forma negativa, preguntándome ¿por qué a mí? o ¿qué hice yo para merecer esto?, aprendí a hacerme otro tipo de preguntas que me inspiren a aprovechar la situación de una mejor manera.
Una de las primeras preguntas que me hago es: ¿por qué y para qué se está yendo esto de mi vida? Si somos lo suficientemente honestos descubriremos que hay razones profundas para que algo ya no esté, y muchas veces tiene que ver con que, secretamente, quizás ya no lo queríamos o necesitábamos en nuestra vida. Me ha pasado muchas veces con empleos que por dentro odiaba, y cuando los perdía me sentía sorprendida y enojada con la situación. ¡Y sin embargo la razón por la cual ese empleo ya no estaba en mi vida era tan obvia!
Otras veces se trata de lecciones que tenemos que aprender, y en la pérdida suelen haber muchas lecciones: fortaleza, paciencia, entrega, fe, esperanza, confianza, dejar ir, fluir y amar.
3. Lo que se va deja un espacio en mi vida para llenarlo con otra cosa

Sé que ante la pérdida de un empleo que era nuestro medio de vida, nuestra primera reacción es entrar en pánico y desesperarnos pensando qué vamos a hacer ahora. La clave para superar este tipo de situación es cambiar la manera en cómo la enfocamos. Porque siento que nuestra tendencia natural es a concentrarnos en los aspectos negativos. En el caso del empleo solemos pensar cosas como que quizás nos cueste encontrar otro trabajo, o que si lo encontramos no nos van a pagar bien, o vamos a tener que empezar desde abajo.
¿Qué tal pensar que eso que ya no está en tu vida es para que recibas algo mejor? Me pasó hace poco en una consulta de tarot, que una clienta estaba muy preocupada porque sentía que estaba a punto de perder su empleo y no entendía por qué. En la tirada salió que el Universo quería darle un empleo mejor, que ella se merecía mucho más, y que tenía que dejar ir ese empleo y prepararse para conseguir otro mejor porque su tiempo en ese empleo mediocre estaba terminado. ¡Y ella se estaba resistiendo a recibir algo mejor!
Cabe aclarar que con esto no quiero decir que no lloremos, pataleemos ni nos enojemos. Tenemos que sentir esas emociones y expresarlas, sacarlas de adentro nuestro, porque si no lo hacemos terminan por enfermarnos y son las que nos mantienen aferrados al pasado y mirando hacia atrás.
Pero después de llorar, patalear y enojarnos, no nos quedemos en la posición de víctima. Tomemos las riendas de nuestra vida encontrándole un nuevo significado a esa pérdida que nos permita seguir adelante y avanzar hacia un mejor futuro.
Alejandra Guerrero es astróloga y escritora. Estudió Astrología Evolutiva, especializándose en Astrología del Despertar de la Conciencia (Astrology of Awakening), y su experiencia incluye haber trabajado con la célebre astróloga Susan Miller en su proyecto de horóscopos en español. Apasionada del crecimiento y la superación personal, utiliza la astrología como una herramienta inspiradora para conocernos a nosotros mismos, liberar nuestro potencial, vivir una vida más auténtica y alcanzar nuestros sueños.








