Que no sea más un tabú: todo lo que necesitas saber sobre el suicidio

''El día de ayer se suicidaron dos personas en la ciudad de Montevideo''. ¿Alguna vez has visto una noticia así? Estoy convencida de que no. Pocas veces nos cruzamos con la palabra "suicidio"; es como si nadie se atreviera a pronunciarla...

Y esto nos hunde en la más completa ignorancia. Sabemos la definición de "suicidio", pero ¿algo más? Pues, es momento de que sepas que las tasas de suicido a nivel mundial son cada vez más elevadas y que nuestro desconocimiento no está haciendo nada para revertir la situación -más bien todo lo contrario-.

Por eso, con motivo de el  Día Mundial de la Prevención contra el Suicidio, te invitamos a que conozcas mejor las características de este complejo fenómeno para desterrarlo de nuestra lista de tabúes y así contribuir, desde el conocimiento, a que los índices no sigan creciendo.

Para empezar, ¿qué es el suicidio?

Aunque parezca simple, los investigadores sociales se han hecho esta pregunta durante muchos años. Explicar el fenómeno es una tarea muy compleja: en términos generales, se habla de ''matarse a uno mismo'', pero lo cierto es que también abarca a la intencionalidad, es decir, a todo el proceso previo al acto en sí mismo.

Las ONGs que se especializan en la prevención del suicidio recalcan que quien se mata o intenta matarse, no quiere morir, sino que aspira a dejar de vivir de la manera en que lo está haciendo, es decir, a eliminar sus problemas.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

El suicidio no tiene una única causa y responde a un entramado de motivos. El contexto incide enormemente y cada uno supone diferentes factores de riesgo. A su vez, la edad también es un determinante: los adolescentes y adultos mayores son los grupos más vulnerables. La revolución identitaria, en el primer caso, y la valoración negativa de los ancianos, en el segundo, contribuyen a explicar esta vulnerabilidad.

La Organización Mundial de la Salud estima que el sexo masculino presenta cifras tres veces mayores a las del género femenino (si bien las mujeres son las que intentan suicidarse con mayor frecuencia).

Otros factores que inciden son la violencia doméstica, los problemas económicos, la drogadicción y alcoholismo, los problemas mentales y las enfermedades físicas discapacitantes y dolorosas.

¿Cuáles son los mejores factores de protección?

Respecto a las diferentes formas de prevenir el suicidio, estas pueden clasificarse en dos grandes grupos. Por un lado, están aquellos factores que deben estar presentes en la vida de todas las personas. Por el otro, las medidas más específicas que deben tomarse una vez que una persona presente una tendencia a suicidarse.

Los factores de protección más generales se relacionan con poseer buenas aptitudes sociales y cognitivas, una buena capacidad para identificar los propios estados emocionales y disposición a buscar ayuda cuando se necesita.

Asimismo, una buena organización familiar, la buena integración social (como la participación en grupos religiosos y deportivos) y una buena relación con compañeros de trabajo son muy importantes en la vida de todas las personas.

Por otro lado, cuando se trata en concreto de personas que necesitan superar una crisis, juega un papel muy relevante la prevención por parte de familiares y personas cercanas: se intenta que esa persona nunca esté sola, ya que el suicidio es un acto que se da en privado. Otro aspecto fundamental en todos los casos en que se haya identificado un intento de suicidio es la atención en salud mental urgente.

En sus zapatos: ¿qué sienten quienes toman esta decisión?

Esta es una pregunta que nos hacemos cuando intentamos comprender por qué esa persona recurrió al suicidio.

Lo que sienten es difícil de describir, pero se ve a estas personas como encerradas en un túnel: su visión se cierra y la única alternativa posible que ven para resolver sus problemas es la muerte. Esto es lo que las ONGs que se especializan en la prevención del suicidio suelen denominar ''la pérdida total de esperanza''.

Por lo general, el suicidio impulsivo no sucede, sino que se lo ve como algo premeditado que se idea durante un tiempo antes de cometerlo. En este caso, las personas construyen su propia muerte.

¿Existe una predisposición genética a ejecutar esta acción?

Varios de nosotros escuchamos hablar de casos en los que dentro de una misma familia ocurre más de un suicidio. Pero la realidad es que no hay evidencia que compruebe una predisposición genética como en otras enfermedades mentales.

De todas maneras, los familiares o amigos de personas que cometieron suicidios se encuentran dentro de un grupo de personas más vulnerables al suicidio. Esto se debe a que este ya se ''naturalizó'' dentro de esa población y se concibe como una ''opción válida''.

¿Es válido el fundamento de que ''es contagioso'' en la sociedad para no darle visibilidad en los medios?

Muchos comunicadores afirman con total convicción que el suicidio puede "ser contagioso"; por eso es que nunca es mencionado en las noticias. No obstante, muchos expertos en suicidología afirman que nadie tiene el poder suficiente como para incidir a alguien la muerte. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud sostiene que es necesario hablar del tema para eliminar los tabúes, siempre y cuando se haga de forma responsable.

¿Qué comportamientos presenta una persona que está pensando en suicidarse?

Algunas señales son más notorias que otras. El intento previo de autoeliminación es la más clara de todas. También una que es muy frecuente es la manifestación de querer morir, en frases tan "sencillas" como ''si esto no se resuelve yo me mato'' o ''estaría mejor si no viviera''.

La pérdida de la rutina también es muy reveladora, ya que el ser humano es una persona rutinaria, por lo que el abandono de sus actividades diarias como ir a trabajar, juntarse con amigos debe ser una señal de alerta.

¿Cómo debemos proceder si un familiar o amigo intenta suicidarse?

En primer lugar, debemos asegurarnos de que la persona reciba cuanto antes atención en salud mental para que se someta a un tratamiento enfocado en los desencadenantes de la crisis.

Otro aspecto esencial es que esa persona siempre esté acompañada. Es importante que nunca tenga a su alcance elementos dañinos como medicamentos, armas o lazos.

Este tema no deja de ser uno muy delicado y al cual debemos referirnos con mucho cuidado. De todos modos, es necesario que sea tratado en la sociedad y se eliminen todos los estigmas. Se estima que cada año se quitan la vida un millón de personas en todo el mundo y solo podremos revertir esta situación si dejamos de huir de esta problemática y la enfrentamos.

Sin duda alguna, esto representa todo un desafío. Pero si nos ayudamos entre todos, con compromiso y responsabilidad, ¡sí que podremos superarlo!

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