En nuestro rostro tenemos más de 500 puntos que están interconectados con todo el cuerpo. La reflexología facial es una terapia introducida por Lone Sorensen y que se practica desde hace muchos años; permite que al tratar estos puntos se actúe sobre la totalidad del sistema nervioso.
Qué es la reflexología facial

Lore Sorensen practica la reflexología facial desde el año 1978. Esta es una técnica moderna que tiene sus raíces en la medicina oriental, y la finalidad es tratar de solucionar la causa de la enfermedad. O sea que en lugar de tratar los síntomas, se analizan y se tratan los desequilibrios orgánicos, físicos y emocionales, que normalmente son los causantes de diversos malestares.
Actualmente se utilizan métodos que han pasado años investigando y una metodología combinada de la medicina oriental. Las dos técnicas son una combinación de la zonaterapia y la reflexología actualizada mediante observaciones neurológicas.
La zonaterapia es la estimulación de zonas que se encuentran en ciertas partes de nuestro cuerpo: pies, manos, rostro y tronco. Estimulando podemos mandar impulsos mediante el sistema nervioso central a ciertos órganos, aumentar la circulación sanguínea, regular la parte química del cuerpo y tratar el estado emocional.
También podemos obtener un diagnóstico y análisis del estado de salud como una parte de la misma metodología. Éste estímulo es holístico e integral del cuerpo. Como el resultado de la combinación de técnicas obtenemos una eficaz técnica de tratamiento. Como dice la creadora “Lo más destacado de la reflexología facial es la unidad de todo el organismo a través de la conexión entre el sistema nervioso central y los meridianos, canalizando la corriente eléctrica”.
Esta terapia tiene efectos sobre todo del sistema nervioso y favorece la liberación de numerosas sustancias bioquímicas ligadas a la respuesta inmune y a los mecanismos endógenos de control del dolor.
