Escribir parece una actividad sencilla, sobre todo para quienes entienden que solo supone dibujar palabras en un papel, pero... no lo es. Como lo han sabido probar los mejores literatos de la historia, la escritura representa una tarea desafiante. A su vez, la ciencia nos confirma que cuenta con muchos beneficios para nuestra mente y, por lo tanto, para nuestro desenvolvimiento general.
¡Prepara el bolígrafo! 3 grandes motivos para escribir más seguido

¿Quieres saber a qué me refiero?
#1 ¿Desorden mental? Para nada

Escribir nos permite reflexionar, organizar nuestros pensamientos, obtener nuevos conocimientos y alcanzar nuevas perspectivas. En otras palabras: pensar profundamente cuando escribes te ayudará a ver y verte con mayor claridad.
A este último respecto, el escritor estadounidense Armistead Jones Maupin expresa que escribe incluso para comprenderse a sí mismo:
Es una manera de procesar mis desastres, clasificar el desorden de la vida para darle simetría y significado a la misma.
#2 ¡Hola, Sr. Aprendizaje!

¿Ya sabes por qué aquellas personas que toman apuntes aprenden más? Y sí, a muchas palabras se las lleva el viento. Además, si escribes todo lo que estas oyendo y luego te surge alguna duda podrás solucionarla consultando tus apuntes.
Eso sí, debes saber que el medio que usas para escribir importa: un estudio realizado por estudiantes de la Universidad de Princeton y la Universidad de California demostró que aquellos estudiantes que toman notas en papel aprenden mucho más que quienes usan un ordenador portátil. Esto se debe a que la mayoría de los que toman notas en sus dispositivos electrónicos tienen una mayor facilidad para transcribir los conceptos y prestan menos atención.
#3 ¡Bienvenida, Inteligencia Emocional!

Stefanie Spera, James Pennebaker y Eric Buhrfeind realizaron un estudio en 1994 con 63 ingenieros desempleados a los que dividieron en 3 grupos para medir sus niveles de estrés en ciertas circunstancias.
En el primer grupo, los ingenieros escribieron sobre los planes que tenían para el día; el segundo no escribió absolutamente nada; y el tercero escribió sobre sus emociones y sentimientos.
¿Los resultados? Aquellos que dejaron salir sus emociones mediante la escritura fueron quienes obtuvieron trabajo, en su mayoría. Luego de ocho meses de investigación, el 53 % del tercer grupo consiguió un empleo de tiempo completo. Los del primero lo hicieron en un porcentaje más escaso, 24 % precisamente, mientras que aquellos que no escribieron tampoco obtuvieron algo.
¿Aún sigues buscando trabajo y no lo encuentras? Será una genial idea que suprimas todos aquellos pensamientos negativos escribiéndolos en un pequeños trozo de papel. Te sorprenderá todo lo que esto puede ayudarte, pero es una realidad.
Al dejar salir todo lo malo, podrás superar la pérdida del trabajo anterior y volver a caminar con decisión y entusiasmo. A su vez, escribir tus sentimientos negativos fortalecerá tu inteligencia emocional y te permitirá hacerles frente a situaciones desagradables.

Si eres un poco ansioso como yo, debes saber que los beneficios de la escritura no son inmediatos, pero sí muy efectivos. Así que persevera con tu lápiz y papel y triunfarás en tu vida.









