Cuando nos disponemos a perder peso, surgen en nuestra mente muchas preguntas. El problema es que estamos plagados de dudas, y escuchamos discursos opuestos que van y vienen, y no nos solucionan nada. El terreno del deporte y la salud esta plagado de mitos y modas que confunden bastante.
Musculación Vs Ejercicio aeróbico

Tratemos hoy de resolver algunos. Por ejemplo, ¿qué es mejor? ¿El ejercicio aeróbico o la musculación? ¿Períodos cortos de alta intensidad? ¿O pequeños momentos con muy alta intensidad de ejercicios?
Para quemar grasa, a pesar de los que muchos creen, el ejercicio aeróbico de baja intensidad y larga duración no es la mejor opción. Un sinfín de investigaciones afirman que el ejercicio aeróbico de alta intensidad no sólo quema la grasa con mayor eficacia, sino que además acelera el metabolismo y lo mantiene acelerado incluso durante un tiempo después de ya haber culminado el entrenamiento.
Lo que realmente cuenta a la hora de quemar grasa no es el tiempo de entrenamiento, sino la cantidad de calorias que han sido quemadas por cada unidad de tiempo. Cuantas más calorías hemos gastado, más grasa habremos destruido.
Por ejemplo, si caminamos durante unos 60 minutos vamos a quemar 270 kcal, de las cuales 160 proceden de las grasas (60%). Si corremos durante el mismo tiempo, quemamos 680 kcal, de las que 270 proceden de las grasas. Esto último representa el 40%, y si notamos, es un porcentaje menor al anterior.

Así, lo que debemos entender, es que la intensidad para los ejercicios siempre es relativa a cada quien. Caminar unos 6 km /h puede representar un ejercicio de gran intensidad para una persona desentrenada, como correr a 10 km/h puede resultar un ejercicio de baja intensidad para un deportista en buena forma.
En lo que refiere al ejercicio aeróbico o la musculación, debemos decir lo siguiente.
Una sesión de musculación nunca va a consumir tantas calorías como una clase de ejercicio aeróbico intenso. Sin embargo, puede conseguir un efecto de aceleración del metabolismo en una forma indirecta al favorecer la formación de la masa muscular.
Ese efecto que produce la musculación es muy beneficioso, pues hace que el consumo en reposo (metabolismo basal) sea más alto, permitiendo quemar calorías hasta cuando estamos durmiendo. Así que aunque uno no llegue a un consumo de calorías tan alto en una hora, como podría lograr en otras actividades, logrará quemar más sin moverse siquiera, en el periodo posterior al ejercicio, porque el músculo necesitará mucha más energía para vivir. Es el efecto "post-quemador" del trabajo de musculación.
Algo similar, pero más limitado en el tiempo, es el efecto post ejercicio, que permite que los tejidos sigan activos después del entrenamiento y se sigan quemando calorías después de entrenar, aunque no hagamos ejercicio.
Para que tu cuerpo "queme" sin moverse del sofá, debes hacer ejercicio de alta intensidad (siempre que tus condiciones de salud te lo permitan), que produce un gasto de energía en reposo durante hasta 24 horas después de parar, con una oxidación de las grasas mucho mayor. Si haces ejercicio a baja intensidad y larga duración, el gasto energético se mantiene elevado solamente durante unas 3 horas.
¡Así que muchachos! ¡A intensificar las cosas!
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