Un masaje bien dado es placentero y relajante. Se ha practicado por miles de años también como tratamientos alternativos de enfermedades diversas. Los masajes terapéuticos son seguros como para que pueda realizarlo cualquier persona con las siguientes precauciones:
Masajes terapéuticos

Evitar los masajes vigorosos o con fuerza excesiva. No tocar zonas afectadas por una herida, coagulo de sangre, infecciones de piel o huesos debilitados. No darle masajes a un paciente con cáncer a menos que sea un profesional. Madres embarazadas deben consultarlo con su medico.
Tenemos que tener en cuenta que cada cuerpo es distinto, y en algunas zonas hasta puede ser doloroso para algunos si hacemos demasiada presión con los dedos. Un buen masajista es aquel que nunca nos hace doler porque sabe exactamente hasta donde puede hacer presión y en que lugar puede machacarnos con fuerza sin provocar dolor.
Los efectos que produce un masaje terapéutico en nuestro organismo son variados, asi como las técnicas que se utilizan para dar los masajes, y van desde aliviar el dolor de espalda, reducción de estrés, relajación, ayuda para combatir la depresión y la ansiedad, hasta para rehabilitación de lesiones.
Algunas técnicas de masajes terapéuticos.
Masaje de punto de activación o descontracturante. Se centra en la búsqueda y tratamiento de puntos de dolor llamados nudos. Al encontrar un nudo se masajea hasta desaparecer o puede aparecer en otro lugar, como si se moviera. Si no desaparece hay que seguir masajeando con la yema de los dedos y con movimientos circulares.
Masaje sueco. El masajista realiza movimientos largos y circulares, movimientos profundos como amasando los músculos y tejidos acompañando con vibraciones de la mano.
Un masaje puede durar quince minutos o una hora pero es recomendable que no se extienda por más de cuarenta y cinco minutos diarios. Además de lo reconfortante que es, un masaje terapéutico puede sernos muy útil para la salud.








