Los secretos del Guayabo al descubierto
La guayaba es una fruta tropical, que contiene más vitamina C que las naranjas, algunas de sus variedades llegan a tener hasta 5 veces más que éstas. Era cultivada por los mexicanos antes de la colonización y llegaba a encontrarse hasta en Brasil. Actualmente también se cultiva en América, África y Asia aunque su clima sea más calido.
A este árbol tan aromático también se lo conoce con los nombres de Arazá, Arrayán, Hurapo, Luma, Parcha, Piche o Sahuinto. Científicamente se le denomina guayabo psidium guajaba. Llega a alcanzar hasta 6 metros de altura, sus flores son blancas y los frutos esféricos con pulpa rosada o blanca. Se encuentran varias variedades de este árbol como son Guazu, hái, mí, morotí, pytá, mbayá, ñu y brasilero. Todas las partes del guayabo tienen propiedades médicas.
Los frutos son recomendados en casos de agotamiento físico, desnutrición o debilidad, porque tienen propiedades antiescorbúticas, remineralizantes y tonificantes, por contar con minerales, lípidos y prótidos (en pequeñas cantidades), vitaminas A, B y G. A su ves genera un efecto laxante.
Las hojas y la corteza de sus raíces se usan en casos de diarrea y disentería, ya que contiene sustancias tánicas. También es buena en casos de inflamación de la mucosa bucal y de faringitis, en cuyo caso se usa realizando enjuagues bucales y gargarismos.
La forma de prepararlo es hirviendo 50gs de hojas y corteza de raíz en un litro de agua. Se toma una taza cada cuatro horas para combatir la diarrea, también puede tomarse con leche, bicarbonato, azúcar y hojas de hierbabuena. La misma preparación con agua se usa para realizar los enjuagues bucales y las gárgaras. La fruta se consume fresca o en mermeladas.
En resumen la planta tiene estas propiedades: antifebril, antisecretoria, antimicrobial, antimicrobial, cicatrizante, emenagoga, hipoglicémica, laxativa, nutritiva, espasmolítica y antibiótica.
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