En el masaje geotermal si bien las manos, técnica y preparación del terapeuta son cruciales para llevar a cabo correctamente la terapia y proporcionarle al paciente los beneficios que necesita, lo cierto es que las piedras también cumplen un papel fundamental, y aunque no son “instrumentos mágicos sanatodo” sí contienen propiedades importantísimas.
Las piedras en la terapia geotermal

Estas piedras, alma mater de la terapia geotermal, son piedras que se traen de lugares como China, Japón, Hawaii o Arizona, lugares identificados como productores de primera categoría de las piedras que utilizamos en esta terapia alternativa.
Como sabemos, las piedras basálticas (piedras negras) son piedras cargadas de energía de la Tierra, pues se extraen de profundidades geológicas. Su contenido en hierro hace que retengan por mayor tiempo el calor, lo cual hace que su poder magnético (y por consiguiente los beneficios que genera) se vea acrecentado.
En cuanto a las piedras frías (piedras blancas) éstas suelen ser de mármol paquistaní, y sus temperaturas bajas hacen que la piel adquiera firmeza y disminuyan los dolores.
El contraste entre piedras calientes (negras) que alcanzan los 60º y piedras frías (blancas) hace que nuestro cuerpo multiplique los beneficios de la terapia geotermal. Las piedras son elemento fundamental en ella, y como decíamos al comienzo, su energía combinada con las técnicas de masaje del terapeuta conforman una completísima terapia alternativa.








