Hay estereotipos que no son para nada reales, como que las mujeres son el sexo débil. Sin embargo, hay otros que parecen tener algún fundamento científico. Uno de ellos es que las mujeres sienten más asco que los hombres. Si un hombre ve una babosa en la calle, probablemente siga caminando, pero si una chica se encuentra con una es muy probable que se le quiten las ganas de comer por unas horas.
Las mujeres sienten más asco que los hombres y esto es una ventaja evolutiva, según estudio

Un estudio realizado por científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres reveló que el asco no es una cualidad negativa de una persona, sino una ventaja evolutiva que tienen, en especial, las mujeres.
El asco como campo de estudio

Para entender mejor la sensación de asco, los científicos reclutaron a más de 2.500 personas para que completaran un cuestionario online. Ellos tenían que clasificar sus niveles de asco frente a 75 escenarios diferentes, como tocar una manilla pegajosa o servirse el cereal con leche agria.
Una vez que recibieron los resultados, ellos identificaron seis categorías comunes de asco y descubrieron que las mujeres reaccionaban hacia ellas con más desagrado que los hombres. Estos incluían situaciones relacionadas a la mala higiene, la contaminación animal, alimentos vencidos y comportamientos sexuales arriesgados.
Hay muchas cosas que provocan asco a las personas, esa no es la novedad. Lo realmente curioso es saber por qué producen esa sensación. Según los investigadores, el asco es una respuesta del cuerpo a cosas que nos pueden perjudicar.
«Es poco probable que sea una coincidencia que muchos de los estímulos que provocan asco en los seres humanos también están implicados en la transmisión de enfermedades contagiosas», escribieron en el estudio.
Según una entrevista del diario británico The Independent con Val Curtis, uno de los responsables de la investigación, «el asco es un sistema en el cerebro que nos hace rechazar y evitar las cosas que podían haber enfermado a nuestros ancestros. Por eso tendemos a evitar cosas como alimentos expirados, lesiones en la piel, sexo con personas promiscuas, gente con apariencias sospechosas y mala higiene. En el pasado estas cosas podían resultar en una infección, pero, por supuesto, quizás hoy no».
Pero ¿por qué las mujeres sienten más asco que los hombres?
La respuesta es muy sencilla: las mujeres pueden tener un número limitado de hijos y por eso deben cuidarse más. Por eso es que los hombres son más propensos a tomar riesgos, la cantidad de hijos que pueden tener depende de a cuántas mujeres logran seducir.
Así que, si sientes un mal olor y te da asco hazle caso a tu cuerpo, lo que te está ocurriendo es parte de un sistema que tenemos desde antes que existiera la medicina moderna y que busca protegernos del peligro.
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