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La historia del futbolista que dejó el deporte para salvar la vida de su sobrino

Alejandro Benítez, de 30 años, era delantero y goleador del equipo entrerriano, Central Larroque,  pero le dijo chau a su carrera futbolística para salvarle la vida a Milo, su sobrino de 9 meses.

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La historia de Milo

Milo padecía una malformación que originó una obstrucción en los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula. Los médicos indicaron que había cierto riesgo, por lo que era necesario realizar un trasplante.

Ni la mamá ni el papá de Milo eran compatibles, por lo que Benítez era la única opción. El jugador no dudó ni un segundo y decidió realizar todos los análisis y trámites correspondientes para que la operación se efectuara cuanto antes.

Si bien el trasplante de hígado no obliga a que Benítez se retire del futbol, si continúa jugando, corre el riesgo de caerse o recibir serios golpes en la zona, que podrían perjudicarlo gravemente.

Afortunadamente la operación se realizó con éxito y ambos se están recuperando de forma favorable, dejándonos a todos una admirable historia que nos demuestra que a veces el amor que hay entre una familia, puede llegar a ser más importante que todo.