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La canción más emotiva y poderosa de los Grammy nos dejó la piel de gallina a todas

La cantante Kesha fue protagonista del momento más emotivo de los Grammy 2018 cuando cantó su canción « Praying» junto a otras reconocidas artistas: vestidas de blanco cantaron por la igualdad y contra el abuso sexual.

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«... puedo agradecerte por lo fuerte que me he vuelto»

Imagen Getty

Kesha subió al escenario y cantó « Praying» junto a Cyndi Lauper, Camila Cabello, Bebe Rexha y Andra Day entre otras cantantes. La elección de la canción no fue casualidad, su letra acompañaba el espíritu del movimiento  Time's Up que pretende apoyar —y sacar a la luz— a las víctimas de abuso y acoso sexual de Hollywwod. 

«Esta canción trata sobre encontrar la paz cuando, de hecho, no puedo controlar todo [...] tratar de controlar todo me estaba matando. Se trata de aprender a dejarlo ir y darse cuenta de que el universo tiene el control de mi destino, no yo», dijo la cantante cuando le preguntaron sobre el significado de la canción. 

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La cantante Janelle Monáe fue quien presentó a Kesha y en sus palabras ya se sabía que lo que estaba por venir no era simplemente la interpretación de una canción: «A todos los que se atreven a intentar silenciarnos, les ofrecemos dos palabras: Time's Up. Se terminó la desigualdad de salario, la discriminación, el acoso bajo todas sus formas y los abusos de poder». Además señaló que el acoso no solo está sucediendo en Hollywood, sino también en su industria.

El paso de estas cantantes duró apenas unos minutos, pero fue el instante más poderoso: todos callaron para escuchar las voces que pedían paz e igualdad. Cuando la canción terminó, todas ellas se dieron un emotivo abrazo en el escenario y el silencio se fue para dar lugar a los aplausos de orgullo.