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Incontinencia urinaria: mucho más común de lo que creemos

La incontinencia urinaria es un desorden que afecta a una de cuatro mujeres. Y probablemente un tercio de las mujeres mayores sufren de incontinencia, según un estudio de Journal of the American Medical Association (JAMA). Mientras se desarrollan constantemente soluciones médicas para evitar este problema los investigadores dicen que uno de los métodos más simples y efectivos es mantener un peso saludable.

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El estudio fue realizado en una muestra de 1.961 mujeres, de las cuales el 24% demostró tener al menos uno de los síntomas de los desórdenes de la pelvis. Los problemas surgen cuando los músculos de la pelvis y los tejidos se debilitan o están heridos, y el problema es que los órganos de la pelvis no son capaces de sostener órganos como el útero en el lugar correcto.

Este no es un tema que sólo viene con la edad, sino que es muy común en todas las etapas de la vida de la mujer, inclusive hay adolescentes que pueden sufrir de incontinencia, aunque cuanto mayor es la mujer, mayores son las posibilidades de que se le presente este problema.

El estudio de JAMA reveló un dato alarmante: más de la mitad que de las mujeres que sufren esta condición no se lo comunicaron a su médico. Creen que es algo anormal, les da vergüenza o no creen que haya ningún tratamiento ni cirugías.

Esta nueva investigación descubrió que dos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir de incontinencia son la obesidad y dar a luz. Se observó que las posibilidades de padecer incontinencia urinaria eran menores en las mujeres delgadas que no habían estado nunca embarazadas.

Otro de los factores que aumenta el riesgo de sufrir incontinencia es la cafeína. Ésta es un diurético que aumenta la necesidad de orinar, aquellas mujeres que ya saben que sufren de incontinencia deberían evitar tomar café.

Una acción importante para enfrentar este problema es que las mujeres lo hablen con sus familias y ginecólogo. El estudio concluyó que lo mejor que puede hacer una mujer en esta situación es familiarizarse con este desorden, y averiguar sobre los distintos tratamientos.

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La cirugía no es el único tratamiento, puede haber tratamientos que incluyan fármacos, pero también terapias alternativas como bioretroalimentación, ejercicios para fortalecer la pelvis y cambios de su estilo de vida en general.       

Vía | time