La hidratación de la piel diaria es muy importante para mantenerla saludable y mejora su apariencia. Hidratar la piel significa agregarle el agua y el aceite necesarios para aumentar la capacidad de retención de agua y así reducir la perdida de humedad.
Hidratación de la piel diaria

Existen muchas cremas hidratantes fabricadas en base a productos naturales que son muy buenas. Otras tienen compuestos sintéticos pero no por eso dejan de ser útiles.
Lo importante es hacer una buena elección para la crema que usarás todos los días. Las hay para cada tipo de piel y seguramente encontrarás una que te resulte ideal.
Uno de los componentes más utilizados para fabricar estas cremas hidratantes es el D-pantenol. Se trata de una pro-vitamina derivada de la vitamina B5. Esta vitamina tiene excelentes propiedades humectantes, emolientes y antiinflamatorias. Calma la piel irritada, la suaviza y la nutre profundamente otorgándole elasticidad y suavidad.
Otro ingrediente que se utiliza para confeccionar cremas hidratantes es el aceite de semillas de uva. Es un buen astringente y un humectante perfecto, útil para mejorar la tonicidad y el estado de la piel en general. Tiene excelentes propiedades regenerativas de la piel, por lo que también sirve para personas que han pasado por algunos problemas de la piel como el acné.
Para hidratar la piel, siempre hay que hacerlo después del lavado. Cuando nos lavamos, estamos limpiando todo elemento graso producto del contacto diario con el ambiente y nuestra propia transpiración, después de la limpieza la piel tiende a secarse. Por esto es importante humectar e hidratar la piel después del lavado.
Una piel saludable y bien hidratada es la mejor manera de evitar las arrugas, bolsas en los ojos y demás situaciones de la piel que aparecen con los años. Es lo mejor para mantener una apariencia joven y atractiva.









