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Hasta siempre Leonard Cohen: La historia de una leyenda de la música

Cantante, escritor y poeta, todo eso era el canadiense Leonard Cohen.

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Su talento musical nos ha hecho vibrar en miles de ocasiones, pero lamentablemente hoy debemos decirle adiós. No podíamos disfrutar para siempre de su talento, en algún momento tendríamos que compartirlo. El  jueves 10 de noviembre de 2016 Sony Music confirmó en su cuenta de Facebook que Leonard Cohen había fallecido.

“Es muy doloroso informar que el legendario poeta, compositor y artista Leonard Cohen ha fallecido. Hemos perdido a uno de los visionarios más respetados y prolíficos de la música. Un monumento se llevará a cabo en Los Ángeles en una fecha posterior. La familia pide privacidad durante su tiempo de dolor”.

Eso fue lo que la famosa compañía discográfica manifestó al respecto de la muerte del artista. No queremos hacer de este artículo una crónica de la muerte de Cohen, sino que preferimos hacer una crónica de su vida…

Un artista adolescente

Sus comienzos rockeros fueron en Buckskin Boys en la que Cohen mostró sus dotes poéticos, ya que la influencia de García Lorca se apoderó de sus canciones. Luego de la Universidad, se trasladó a Hydra en Grecia, donde su lado poético se engrandeció aún más…

Cuidadano del mundo

Luego de ver que la venta de libros no era lo suyo, decidió mudarse a la ciudad de los sueños posibles, Nueva York. Allí, estudió sobre el folk-rock y se reunió con grandes celebridades del mundo de la música para poder aprender más sobre los géneros que le apasionaban. Judy Collins, fue uno de los que lo ayudó a insertarse en el medio de la música incluyéndolo en el éxito “Suzzanne” en la década del 70.

Su carrera...

Este  intrépido artista se convirtió rápidamente en cantautor de sus propias canciones y escritor de canciones para artistas de renombre dentro del mundo de la música.

Un prestigioso artista que dedicó su carrera a hablar de temas importantes como la sexualidad, la espiritualidad, la vida y la muerte. Leonard ha sido para muchos de nosotros un ícono de una era especial para la música.

Su historia de amor

Los caminos de la música lo llevaron hacia su gran amor, Marianne, una bonita mujer oriunda de Oslo.

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La abuela de Marianne siempre le dijo el amor de su vida era un hombre que “hablaba la lengua de oro”, y ella pensó haberlo conocido, de hecho estaba casada con un novelista con el que compartía un pequeño niño. Sin embargo, su marido Jensen la abandonó cuando su hijo tenía 4 meses de edad.

Una hermosa tarde de primavera, Cohen y Marianne se encontraron en un café por casualidad. Él la invitó a salir con sus amigos, ella aceptó… sintió que Leonard irradiaba compasión por ella y por su pequeño bebé, algo que a esta bonita mujer la capturó por completo, debido a la historia que la acompañaba.

Comenzaron a pasar más y más tiempo juntos, el amor entre ellos comenzó a florecer. Recorrieron el mundo juntos y nunca perdieron ese sentimiento tan fuerte que los unía. En una de las separaciones de la pareja Cohen le envió un telegrama:

“Una casa, tú y el bebé es todo lo que necesito. Te amo Leonard”.

El amor no fue para nada fácil y más en el ambiente de la música, las infidelidades y las separaciones no se hicieron esperar. Por otra parte, Cohen le dedicaba cada una de sus canciones a su musa inspiradora… que luego de 8 años de amor decidió poner un punto final a esta hermosa pero enfermiza relación.

El amor no siempre termina

Si bien Marianne y Leonard estaban separados, su hilo rojo aún los unía, no importaba las veces que Marianne se volviera a casar o la cantidad de mujeres que Cohen llevara a su cuarto de hotel; siempre el amor resurgía. A lo largo de los años ambos se encontraban en distintas partes del mundo para compartir un bonito momento juntos y compartir su historia de amor con sus amigos.

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Tristemente a Marianne le diagnosticaron cáncer, cuando Leonard se enteró le envió un carta:

“Así Marianne, hemos llegado a ese momento en el que estamos realmente viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos, se que voy a seguirte pronto. Se que estoy tan cerca de ti que si extiendes la mano puedes llegar a la mía. Y sabes que siempre te he amado por tu belleza y sabiduría, pero no es necesario decir más nada sobre eso porque ya lo sabes. Solo quiero desearte un buen viaje, adiós buena amiga, amor sin fin nos vemos en el camino.”

Ella leyó su carta, sonrió y lo sintió justo detrás de ella. La paz de apoderó del cuerpo de Marianne y su alma se fue tarareando “Bird on the Wire”.

Y es como llegamos hasta el día de hoy, donde debemos decirle adiós a un legendario artista...  Buen viaje Leonard, espero que tu amor sin fin y tú estén juntos por fin.

¿Un aviso quizá? Leonard Cohen corona su obsesión (¿y proximidad?) con la muerte con un disco oscuro desde su título

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