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Brasil

Google homenajea a la mujer que revolucionó la literatura brasileña: 8 frases para bucear dentro de ti

Publicado 10 Dic 2018 – 11:38 AM EST | Actualizado 10 Dic 2018 – 11:38 AM EST
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Del mismo modo que Julio Cortázar nació accidentalmente en Bélgica, Clarice Lispector lo hizo en Chechelnik, Ucrania, en el trayecto que su familia, de religión judía, hizo desde Rusia hacia Brasil huyendo de la persecución. Pero del mismo modo que Cortázar fue argentino en todos los aspectos, Clarice fue brasilera. Su lengua materna fue el portugués y conoció el mundo a través de la tropical Recife, en el nordeste brasileño.

Por más paradójico que parezca, Lispector, una de las escritoras más conocidas de la literatura brasileña, confiesa en una entrevista que no se considera una escritora profesional. Ella es una amateur ( amadora, en portugués) y quiere seguir siéndolo: no escribir porque tiene que hacerlo, sino porque lo desea. Tampoco se identifica como escritora. Más bien es una persona que escribe.

Felicidad clandestina

La enfermedad y posterior muerte prematura de su madre marcaron su infancia, como podemos ver en algunas de sus obras: una niñez triste, pobre, despojada de los placeres que para algunos niños vienen como algo dado. Cuando era adolescente la familia se mudó a Río de Janeiro, por ese entonces capital del país. Allí, Clarice estudiaría Derecho y empezaría a publicar sus primeras historias en diarios y revistas, para los que también escribía crónicas y artículos para el público femenino.

También en la universidad conoció a su marido, Maury Gurgel Valente, un diplomático. La unión la llevó a vivir en Italia, Estados Unidos, y a viajar por el mundo. Juntos tuvieron dos hijos, Pedro y Paulo, pero en 1959 los constantes viajes del esposo y el deseo de Clarice de criar a sus hijos en un solo lugar llevarían a la separación del matrimonio.

Cerca del corazón salvaje

Clarice se destacó como periodista y traductora (hasta llegó a dedicarse a la pintura), aunque lo que más trasciende hoy por hoy es su labor como escritora. Lo inusitado de sus obras hizo que muchos dijeran que sus novelas se inspiraban en el « fluir de la consciencia» del modernismo inglés, con exponentes como Virginia Woolf o James Joyce. La autora, sin embargo, desmintió esas influencias y afirmó no haber leído a los escritores (aunque lo haría más adelante).

Es que la prosa de Clarice nos lleva en un flujo hacia sí misma, con personajes que por lo general viven momentos de epifanía o toma de consciencia, en una escritura plagada de metáforas enigmáticas. Es por esto último que algunos la tacharon de ser una escritora hermética, indescifrable, aunque para otros el mensaje estaba muy claro. En gran medida depende del camino elegido: la razón o la emoción.

No tengo por qué recomendarte un libro para empezar. Ninguno tiene desperdicio. Y si todavía no saliste corriendo a la librería, te dejamos algunas de sus frases más famosas para que no te queden dudas.

Frases de Clarice Lispector

«La eternidad es el estado de las cosas en este momento.»

La hora de la estrella

«La nostalgia es la prueba de que el pasado valió la pena.»

La pasión según G.H.

«Ahora lo sé: solo soy. Yo y mi libertad que no sé usar. Gran responsabilidad de la soledad. Quien no está perdido no conoce la libertad y no la ama.»

Agua viva

«Y nadie es yo. Y nadie es tú. Esta es la soledad.»

Agua viva

«Quién sabe a qué oscuridad de amor puede llegar el cariño.»

Lazos de familia

«Nunca fui libre en toda mi vida. Porque por dentro siempre me perseguí. Me volví intolerable para mí misma.»

Un soplo de vida

«Es curioso cómo no sé decir quién soy. Es decir, lo sé bien, pero no puedo decirlo. Sobre todo tengo miedo de decirlo porque en el momento en que intento decirlo no solo no expreso lo que siento sino que lo que siento se transforma lentamente en lo que digo.»

Cerca del corazón salvaje

«Todo lo que podría existir, ya existe. Nada más puede ser creado sino revelado.»

Cerca del corazón salvaje

Las traducciones de las frases son de la autora de este artículo.

No te vayas a ir sin leer...

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