Esto es lo que las personas seguras de sí mismas no hacen en las redes sociales

Es difícil recordar cómo vivíamos en la época sin redes sociales. A pesar de que no hace demasiado tiempo que se instauraron en nuestras rutinas, la frecuencia e intensidad con la que las usamos nos hace creer que volver a vivir sin redes sociales sería imposible. No solo desde el punto de vista social, sino que a nivel profesional y personal la desaparición de las redes sociales también podría ser una «catástrofe».

Las redes sociales son una herramienta con muchísimas ventajas, siempre y cuando se les de el uso adecuado. Es importante reconocer que como el arma de doble filo que son, las redes también obligan a sus usuarios a dar una imagen perfecta, libre de problemas y repleta de felicidad y éxito. Es por eso que muchas personas se sienten presionadas de publicar solo los aspectos interesantes, positivos y divertidos de sus vidas, y que dan lugar a la comparación con las vidas de otros que aparentan ser «mejores».

Pero ¿cuáles son esos comportamientos que pueden perjudicar al autoestima y manifestar falta de confianza?

1. Selfie adicción

Muchos estudios sociales han comprobado que aquellas personas que tienen la necesidad de publicar constantemente imágenes de ellos mismos para recibir la aprobación de otros son quienes están más vulnerables y sufren de autoestima baja.

Es una forma de mostrarse y de moldear una imagen de ellos mismos que no es real y que requiere de un cuidado obsesivo.

2. Fotografías de sus pertenencias

Algunas personas publican imágenes de productos costosos que compran o les pertenecen tales como ropa de marca, automóviles y joyas. Esto se traduce en la necesidad de mostrarle al mundo que tienen suficiente dinero para comprar todo eso, una forma de buscar aprobación y agradar a los demás por lo material.

3. Captions de fantasía

Si bien las fotografías son las protagonistas en el montaje, lo que los usuarios eligen escribir debajo de como caption también tiene una función.

Frases como «amo la vida» o «felicidad» intentan reforzar lo que la fotografía muestra.

4. Imágenes de comida

La necesidad de mostrar lo que comemos con frecuencia también es una señal de baja autoestima, ya que es otra forma de alardear.

Muchas personas quieren dar la imagen de que son saludables y es por eso que muestran solo un lado de lo que comen.

5. Reportar absolutamente todo, siempre

Los excesos no son buenos y este es un claro ejemplo. Publicar una fotografía de un lindo paisaje en el que estamos es totalmente aceptable, pero tener la necesidad de publicar absolutamente todo lo que hacemos en nuestras vidas puede ser una señal de autoestima baja.

6. Fotografías en el gimnasio o practicando deporte

Así como con la comida se necesita recibir cierta aprobación, algo similar sucede con el deporte. Al parecer muchos usuarios sienten que esa ida al gimnasio no fue válida si no lo registraron en sus redes sociales.

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7. Compartir la ubicación

Otra costumbre que adoptan muchas personas en las redes sociales y que también pueden ser la manifestación de inseguridad es la necesidad de compartir constantemente dónde se encuentran.

8. Compararse

Otro aspecto muy negativo que pueden tener las redes sociales es la facilidad con que conducen a las personas a la comparación. Muchas personas sienten que su vida no es suficientemente divertida ni emocionante como las de muchas otras personas que ven en Instagram. 

No caben dudas de que las redes sociales pueden impactar negativamente en el ánimo y el autoestima de las personas. Estudios psicológicos y encuestas concluyeron que el 60 % de las personas que usan redes sociales reportaron que han tenido un impacto negativo en sus autoestimas. El 50 % de las personas también afirmó que había tenido efectos negativos en sus relaciones. 

Pero como también tienen un lado bueno, el 80 % de las personas afirmaron que es más fácil estar en contacto y compartir sus vidas con otros a través de las redes. 

Ahora bien, es importante reconocer que un buen uso de las redes sociales puede tener grandes beneficios, todo depende del uso que se les de y el lugar que ocupen en nuestras vidas. Si el número de «me gusta» no incide en la forma en que nos sentimos y no necesitamos reportar absolutamente todo lo que hacemos en las redes estamos bien encaminados.

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