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¿Es posible prevenir un ictus?

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Los ictus o accidentes cerebro vasculares ocurren cuando un vaso sanguíneo que transporta la sangre se tapona por un coágulo o se rompe, haciendo que parte del cerebro no reciba el flujo de sangre que necesita para vivir. Como resultado de un ictus, las células del área cerebral afectada dejan de recibir oxígeno y, por tanto, mueren en pocos minutos.

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Las consecuencias de uno o varios ictus pueden ser fatales, y en muchos casos dejan graves minusvalías, como la parálisis de partes del cuerpo o de medio cuerpo entero, problemas de habla, perdida de memoria o de visión.

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Hoy te voy a explicar si es posible prevenir un ictus, y cómo podemos hacerlo. ¿Quieres aprender un poco más?

Datos sobre los ACV

Los accidentes cerebro vasculares, al igual que las enfermedades del corazón, van en vertiginoso aumento y todas las estadísticas indican una pandemia creciente. Esta dolencia tradicionalmente ha atacado a personas mayores de 60 años, pero ahora también afecta a personas menores de 50 años con cada vez mayor frecuencia. En España, por ejemplo, el 10% de los casos se dan en personas menores de 50.

En palabras del neurólogo español especialista en ictus Jaime Gallego en información publicada por el diario El país, "el 70 % de los casos se pueden evitar, es una catástrofe prevenible". La alimentación, el tabaquismo, el sedentarismo y el abuso del alcohol son los hábitos de vida que mas influyen en la generación de la enfermedad.

La comunidad médica coincide en que los factores de riesgo para contraer un ictus mas importantes son: hipertensión arterial, sobrepeso, diabetes, colesterol alto, enfermedad cardíaca, glóbulos rojos altos, la apnea de sueño y fumar.

Si analizamos los principales factores de riesgo, uno a uno, podemos ver que tienen total relación con la alimentación: todos ellos tienen que ver con las sustancias que introducimos en nuestro cuerpo. Con una correcta alimentación y un cuerpo activo eliminaremos los principales factores de riesgo para que se genere un ictus; cuando hacemos ejercicio físico y nos nutrimos bien, no tenemos presión arterial alta, ni sobrepeso, ni diabetes, el colesterol y el conteo de glóbulos rojos es normal, con una gran probabilidad evitaremos los problemas del corazón, circulatorios o de apnea de sueño.

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Alimentación e ictus

En el libro El poder del alimento relaciono un extenso listado de cifras que muestran como estas comunes enfermedades degenerativas han venido creciendo sin pausa en la medida en que el alimento se ha industrializado y se ha perdido la esencia de la nutrición basada en plantas, reemplazándola por todo tipo de comida "basura" industrial.

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Las enfermedades del corazón, la diabetes y la hipertensión son resultado directo de un estilo de vida sedentario y, sobre todo, de una pésima alimentación que ha desplazado los alimentos que en realidad nos nutren, como las verduras, semillas, frutas y nueces, por comida procesada que nos enferma: gaseosas, leche, quesos, yogures de colores, harinas refinadas, azúcar, edulcorantes artificiales, colorantes, pizzas, hamburguesas, perros calientes, jugos industriales con altísimo contenido de azúcar y químicos, chucherías de todas las formas y sabores, bebidas "energizantes", tabaco y alcohol son literalmente el pan de cada día de la sociedad occidental.

Las verduras, las hojas verdes, las algas, las legumbres, las nueces, las frutas frescas, las semillas y los germinados son ahora adornos en los platos constituidos por ingentes cantidades de animales que a su vez han sido alimentados con comida "basura" que no corresponde a su naturaleza, y a los cuales se inyectan antibióticos y hormonas para que puedan crecer de forma rápida y sobrevivir al maltrato de una vida estabulada y miserable.

La necesidad de un ser humano es de alrededor de un 8% de su ingesta diaria de calorías en proteínas; sin embargo, los consumos en occidente superan en muchos casos el 30% entre animales y derivados lácteos.

No es de extrañar que las enfermedades degenerativas, entre ellas el ictus, hayan crecido al punto de ser las principales causas de muerte. Ya no morimos por causas infecciosas, ahora se muere por degeneración del cuerpo: enfermedades del corazón, cáncer, diabetes, Alzheimer, osteoporosis, arterioesclerosis, lupus y muchas otras "nuevas" enfermedades son el resultado de esta locura alimentaria. Según cifras de la organización mundial de la salud, hoy muere más gente en el mundo por causas atribuidas al exceso de comida que por falta de alimento.

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Prevenir el ictus y las enfermedades degenerativas es sencillo: volver a una alimentación basada en plantas integrales, en su mayoría crudas y sin excesos. Retornar a la manera en que la naturaleza ha diseñado nuestro cuerpo en materia de movimiento físico y alimentación, dejando atrás el sedentarismo, el consumo de tabaco y el alimento industrializado basado en animales y en sus derivados.

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Muchos médicos atribuyen el ictus y otras enfermedades degenerativas a temas genéticos, lo que no se menciona es que en la mayor parte de las familias los hábitos de alimentación y de vida se transmiten de generación en generación, haciendo que se transmitan también los potenciales problemas o sus virtudes.

En el libro El poder del alimento se dan las pautas para hacer un cambio hacia una alimentación sana, paso a paso, sin complejidades imposibles de realizar. Tú puedes emprender el camino hacia la salud, poco a poco, haciendo un simple cambio de rutinas en tu vida. Una vez tu conozcas la información básica todo te resultará fácil.

Tu salud depende totalmente de tu estilo de vida y de tu alimentación: hoy sabemos con toda certeza científica que esto es así. Lo único que necesitas es conocer cómo tu alimento influye en tu salud y en la de tu familia. No dejes que sean lo anunciantes de televisión los que decidan tu suerte y la de tus hijos. Sus intereses son diferentes a los tuyos. Estar informado es el primer requisito para crear consciencia de salud y llevar una vida plena, larga y sin enfermedad.