El potencial sanador de los animales es de una magnitud notable y unos resultados verdaderamente excepcionales. Ya hemos hablado de la Asinoterapia, una terapia con burros, y también de los beneficios de las terapias con animales para los adultos mayores. Ahora le toca el turno a la Equinoterapia.
Equinoterapia: El potencial terapéutico de los caballos

Tal como dice su nombre, este tipo de terapia toma como eje referencial a los caballos, animales que poseen una versatilidad y adaptabilidad al ser humano muy importantes, y que constituyen una opción muy positiva a la hora de tratar discapacidades mentales, motoras o simplemente trastornos como traumatismos o esclerosis.
Personas de todas las edades con síndrome de Down, autismo, ceguera, depresión, enfermedades vasculares, hiperactividad y otro tipo de problemas, tienen en el caballo un compañero especial para superar sus problemas y conocerse a sí mismos.
Los caballos son animales muy compañeros del ser humano, y a la vez muy mansos y nobles, por lo que la interacción con ellos tiene mucho que aportar al individuo que elige iniciar un tratamiento de Equinoterapia.
Básicamente las actividades que se realizan en este tipo de terapia son el cepillado, que favorece la concentración y relación con el caballo; la preparación de la montura, el cual es un trabajo en equipo y es una parte importante en la entrada en contacto con el animal; y finalmente la monta, que se realiza bajo la tutela de personal capacitado y que permite relajarse y trabajar las emociones.
Es importante destacar que el hecho de que esta sea una terapia al aire libre es algo de suma importancia para quien la lleva a cabo, y qu e hace que la terapia se vuelva más una diversión que una actividad rutinizada, algo importantísimo si tenemos en cuenta que muchas personas que emprenden un tratamiento de Equinoterapia son niños.
Vía | EsMas

