El efecto placebo en la alimentación

El efecto placebo en la alimentación es una posibilidad investigada por Alia Crum, psicóloga clínica e investigadora del  Columbia Business School. Su teoría es muy interesante, ya que compara el efecto que puede tener una píldora de azúcar suministrada de forma oculta a un paciente en lugar de una Aspirina con el efecto que pueden tener los alimentos empleándolos de igual forma.

Primera investigación científica

Un experimento realizado al respecto consistió en que un grupo de personas bebieran un batido de vainilla sabiendo que este incrementaría su ingesta en 6400 calorías; otro grupo bebió un producto que añadiría a su consumo solo 140 calorías, gracias a que era muy saludable y sin adición de azúcar. Aunque esa fue la información que se le proporcionó a cada grupo, no era la real.

Lo cierto es que el batido era el mismo y aportaba a ambos grupos 300 calorías; pero ellos no lo sabían. Increíblemente, el segundo grupo dijo sentir sensación de saciedad, mientras que el primero se vio afectado en la hormona que estimula el hambre (grelina) y esta descendió tres veces sus niveles; es decir, el grupo que creyó haber consumido un batido bajo en calorías no obtuvo la misma sensación de saciedad que el primer grupo, aunque ambos productos eran idénticos.

Más estudios relacionados al  efecto placebo 

Otro estudio similar, esta vez relacionado con el ejercicio físico, se llevó a cabo en un grupo de mujeres que trabajaban en un hotel; así, a un grupo se le dijo que la actividad laboral diaria que desarrollaban implicaba más del 50% del ejercicio diario recomendado, y luego al otro grupo que desempeñaba igual trabajo no se le dio ningún tipo de información.

Al cabo de un mes encontraron que el primer grupo había bajado poco más de 1 ½ kilo de peso y además habían mejorado su presión arterial de forma significativa, mientras el segundo grupo no había obtenido cambios.

Estos experimentos que investigan el efecto placebo; vienen a decir que al final lo que importa es la actitud, el pensamiento y la emoción con la que se come. Sin que por ello se haga apología de la comida chatarra, es necesario detenerse a reflexionar en base a los resultados obtenidos, ya que está demostrado que la culpa nos hace sentir más pesados; y por supuesto, con los estudios antes expuestos podemos deducir que lo que creemos impacta sobre manera en lo que obtenemos; trasladado en este caso a lo relativo a la alimentación y el ejercicio físico.