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¿El dolor de espalda está en tu cabeza?

Obviamente, el dolor puede hacernos enojar. ¿Pero es posible que la manera en que manejamos la ira nos lleve a experimentar más dolor?

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El dolor de espalda es la causa principal de discapacidad en todo el mundo, afectando a millones de personas cada año. Pensar en una nueva manera de tratar a las personas que sufren de esta condición debilitante, centrándose en la conexión mente-cuerpo, podría ofrecer nuevas esperanzas.

La clave radica en analizar cómo reacciona nuestro dolor ante sentimientos negativos como ira, ansiedad o depresión. Por ejemplo, si un día discutes con un familiar, es posible que ese mismo día sientas mayor dolor.

¿Es saludable reprimir la ira?

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Mientras el dolor crónico no es causado por la ira o como resultado de la tensión muscular, el estrés puede mantener o agravar el dolor existente. Trabajar en el manejo de la ira puede resultar útil para mejorar tu bienestar general. En un estudio realizado en mujeres con fibromialgia, reprimir la ira produjo un mayor dolor. En otras palabras, poner una cara feliz es, literalmente, doloroso.

De acuerdo a la investigación del Dr. John Burns en la Rush University Medical Center, ignorar la ira no conduce a un alivio, sino que lleva a más sufrimiento. En un estudio, Burns y sus colegas examinaron el dolor crónico de espalda baja entre los participantes en un experimento. Se le pidió a los participantes que trabajaran en un juego de ordenador de un laberinto mientras eran interrumpidos por una presencia molesta, y recibieron instrucciones de no mostrar ningún signo de ira o hablar acerca de cómo se sentían. En una segunda condición, los participantes debían hablar de sus frustraciones. Los investigadores analizaron la tensión muscular, la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Curiosamente, la represión se asoció con niveles más altos de tensión muscular y dolor.

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Sigue leyendo más: ¿Existe una relación entre el dolor de espalda y la mente?

Cómo lidiar con ambos, la ira y el dolor

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Si estás luchando con el dolor y la rabia, además de lidiar con tu dolor, podrías también considerar buscar maneras emocionalmente inteligentes para manejar la ira. Aquí hay algunos consejos a tener en cuenta:

1. Reconoce tus emociones

El primer paso hacia el manejo de las emociones es tomarte un momento para darte cuenta de lo que estás sintiendo y cómo experimentas la emoción intensamente. Es difícil manejar una emoción como la ira sin tomar nota de ello. Por ejemplo, si notas que estás enojado, intenta clasificar tu ira en una escala de 0 (menos enojado) a 10 (más enojado).

2. Reconoce tus pensamientos

A menudo tenemos la costumbre de creer cualquier cosa y en todo lo que pensamos. Si te sientes enojado en base a una interpretación potencialmente defectuosa, podrías corregir cómo te sientes al cambiar lo que piensas.

3. Habla acerca de cómo te sientes

Cuando estás enojado por una buena razón, en lugar de reprimir la emoción en tu cuerpo, busca una manera emocionalmente inteligente de comunicar tus sentimientos. Por ejemplo, es posible que prefieras esperar a que tu ira se calme, y señalar que estás especialmente vulnerable porque estás agotado. Entonces puedes acercarse a tu jefe, tu pareja o tu amiga y decirle lo que sientes.

Como puedes ver, el dolor lumbar no solo está en tu espalda, sino también en tu cabeza y en tus emociones. Y hablar sobre tus sentimientos puede ayudar a reducir el dolor y también resultar útil en el largo plazo. Además del manejo de las emociones, hay otras estrategias que puedes aplicar para prevenir el dolor de espalda.