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Dolor de espalda: ¿qué lo causa y cuándo no deberías dejarlo pasar e ir al médico?

«Los años no vienen solos»: y, claro, además de traernos mucha sabiduría, la edad también puede traernos dolores de espalda. No obstante, no siempre este tipo de dolor se debe a los años: puede ser señal de algo más.

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Conoce los detalles.

El diagnóstico del dolor de espalda

A la hora del diagnóstico, es importante diferenciar entre un dolor más suave, como un dolor muscular leve o un moretón, de dolores más intensos causados por inflamaciones en los nervios.

En esa línea, es importante verificar si el dolor de espalda viene acompañado de síntomas como entumecimiento, ardor, hormigueo o aumento de la temperatura corporal, que pueden ser señales de algo más grave.

Posibles causas del dolor de espalda

El efecto de la rutina

Imagen iStock

La tensión muscular o los espasmos no comienzan a aparecer en el cuerpo de una persona de un día para el otro sin una causa. Por eso, es importante identificar la fuente de nuestro dolor. Muchas veces, la causa de los dolores se debe a nuestras acciones del día a día. Estas son las más comunes:

  • Mala postura
  • Movimientos bruscos
  • Sobreesfuerzo (levantar objetos demasiado pesados)
  • Mal colchón. Cuando el colchón no es de buena calidad o tuvo un uso demasiado extenso, puedes amanecer con dolores en la espalda.
  • Envejecimiento. Muchas veces, el dolor está causado por estenosis espinal, que se produce cuando el canal de la columna cervical o lumbar se estrecha, y causa dolor.

Condiciones médicas

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Si el dolor es más intenso y más agudo, podría deberse a la compresión de un nervio y ser señal de enfermedades graves. La fuentes de los dolores más fuertes suelen ser:

  • Estrés. El estrés o la ansiedad son causas comunes del dolor de espalda. Para evitar dicho efecto, es importante tratarlos de raíz con médicos especializados en salud mental.
  • Lesión en los discos. Los discos de la columna funcionan a modo de articulación. Si un disco invertebral se rompe o se inflama, puede tocar un nervio y hacernos sentir mucho dolor.
  • Ciática. La ciática es un dolor agudo, intenso y punzante, a veces acompañado de hormigueo, que va desde la espalda y los glúteos hasta las piernas. Sucede cuando un disco roto, inflamado o herniado interactúa con el nervio ciático.
  • Culebrilla. La culebrilla o herpes zóster se presenta cuando el virus de la varicella zoster genera erupciones cutáneas y daños a los nervios de una zona del cuerpo. A veces, el nervio afectado se encuentra en la columna y causa dolor de espalda.
  • Artritis. La artritis muchas veces afecta a la cadera y la espalda, y genera dolor. Por otro lado, si afecta a las rodillas, nos puede llevar a caminar con una mala postura, que a la larga evoluciona en dolor de espalda.
  • Curvatura anormal. A veces, la columna se deforma y adquiere una curvatura anormal. Esto, tarde o temprano, suele derivar en dolores de espalda.
  • Osteoporosis. Con esta condición, los huesos se vuelven frágiles y las fracturas en la columna vertebral se vuelven más factibles.
  • Infección. Si el dolor va acompañado de fiebre y dolores en una zona específica que sientes más sensible, el dolor puede ser síntoma de una infección.
  • Cáncer. El cáncer de columna vertebral puede causar tumores y estos pueden hacer presión sobre los nervios y generar dolor.
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Factores de riesgo

  • Edad
  • Embarazo
  • Estilo de vida sedentario
  • Obesidad
  • Fumar

Cómo evitar el dolor de espalda

Para prevenir el dolor de espalda, debemos evitar los factores de riesgo como la obesidad, fumar o un estilo de vida sedentario. Por otro lado, visitar a especialistas en la materia es recomendable como forma de prevención.

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Mantener una buena postura, hacerse chequeos médicos frecuentes, evitar el estrés, sentarse derechos o dormir sobre un buen colchón son también otras formas de cuidar la salud espinal.

Finalmente, el yoga o el deporte bien hecho y de forma moderada también son excelentes maneras de cuidarse.