“Si estás con antibióticos NO tomes alcohol”, una frase que he escuchado una y otra vez durante mi adolescencia y juventud. La justificación que me ofrecían en su momento era que el alcohol podía paralizar la efectividad del antibiótico y así retrasar la recuperación.
¿Conoces el verdadero daño que causa beber alcohol mientras tomas antibióticos?

Ahora me pregunto, ¿qué hay de cierto en eso? ¿Es la única razón por la que no deberíamos beber alcohol mientras estamos tomando antibióticos?
Falsos mitos

Según el cardiólogo Nieca Goldberg es muy poco probable que el alcohol retrase o detenga el trabajo que los antibióticos han hecho. No obstante, hay algo que sí es verdad y que es mucho más problemático que este falso efecto...
¿Cuál es el problema de combinarlos? Los tan poco leídos “efectos secundarios”. Según Goldberg, mezclar antibióticos y alcohol puede darnos dolor de cabeza, náuseas, vómitos, arritmia y problemas en nuestros riñones.
¿Recaer?

Tomar alcohol mientras estás con antibióticos no hará que el proceso de recuperación retroceda, pero… sí puede hacer que se originen nuevos problemas y que, como consecuencia, te sientas peor que antes.
Si te estabas casi por recuperar, es probable que vuelvas a sentirte enfermo y recaigas.
Entonces, ¿qué hacer? Lo mejor será que esperes a recuperarte por completo, dejes los antibióticos y luego, sí, tomes una copa de vino si así lo deseas. El alcohol puede esperar, tu salud es lo más importante.









