Esa última compra que has hecho, ¿era realmente necesaria?
Conoce esta curiosa forma de no comprar cosas que no necesitas

Día tras día compramos cosas: comida, medicamentos y otros bienes de primera necesidad. También compramos cuadernos vintage, gafas de sol, lámparas de sal o cuatro pares de pantalones de los que quizá solo usaremos uno.
Sí, se llama consumismo, y es un mal social que muchas veces no podemos controlar, especialmente en un mundo occidental en el que Internet cada vez parece mejor diseño para hacernos gastar dinero más fácilmente.
La ilustradora y blogger canadiense Sarah Lazarovic se percató de esta realidad y publicó hace un par de años el libro A Bunch of Pretty Things I Did Not Buy (Penguin Books, 2014), el cual ha derivado en una particular y curiosa filosofía anti-consumista.
¡Píntalo!
"Cualquier persona que esté constantemente frenándose a la hora de comprar algo es bienvenido a hacer una sesión conmigo. Dibujamos el ítem que quiere comprar, hablamos del por qué esa persona quiere comprar ese elemento y si realmente se trata de una buena compra".
Con estas palabras concedidas a la web Daily Good, Lazarovic, escritora, ilustradora y blogger, desvela en qué consiste su proyecto "Oficina de Liquidación", enfocado a ayudar a personas con serios problemas de consumo. La técnica de Lazarovic, como bien ilustraba en su libo A Bunch of Pretty I Did Not Buy, consiste en dibujar aquellas cosas que quieres comprar y acompañarlas de datos que desmonten el deseo de consumir algo que, realmente, no necesitas.
Lazarovic se percató de su necesidad constante por comprar cuando, tras leer diversas entradas de blogs que enlazaban a una tienda online, pasaba hasta casi una hora viendo cosas que comprar y que ella bien lo sabía no tenía por qué. Tal y como afirmaba la propia blogger "Internet es brillante a la hora de convencernos de comprar algo YA o arriesgarnos a perderlo", una táctica que impulsa a mucha más gente a consumir de forma compulsiva. "Camina lejos del ordenador un momento, escribe aquello que quieres comprar", dice, añadiendo otras formas acerca de cómo tomar perspectiva sobre esta conducta.
Por supuesto, Lazarovic no deja títere con cabeza y además de todos los pantalones "made in China" con su respectivo precio (datos importantes a incluir) también comenzó a dibujar hasta hamburguesas, en concreto las de un bar llamado de The Drake, en Toronto, a las que era adicta. A pesar de ser comida, seguía tratándose de una conducta consumista.
Consumo responsable
El hecho de ver dibujado en una hoja el elemento que queremos comprar disminuye en nosotros las ganas de consumirlo, si bien este siguiente plano de Lazarovic define a la perfección su declaración de intenciones. La idea nos parece tan bizarra como acertada.
Lazarovich publicó dibujados en su libro todos aquellos artículos que nunca había comprado, dando lugar a una nueva filosofía a la que cada vez se suman más adeptos y cuyo objetivo es el de concienciarnos de los problema sociales, psicológicos e incluso ambientales que conlleva un consumo desmesurado que no necesitamos.
¿Te consideras alguien consumista?
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