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Cómo superar el miedo a las agujas

Tan solo imaginar una aguja te descontrola. Ni que hablar de la desesperación que te invade en cada sala de espera cuando estás a punto de ingresar a la sala de vacunaciones, a tal punto que, si fuera por ti, saldrías corriendo del hospital para evitar esa tortura...

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¿Te sientes identificado con esa situación? Tal vez sí, porque el miedo a las agujas no es asunto exclusivo de los niños pequeños. Muchas personas adultas sienten miedo, nervios, ansiedad y hasta fobia a recibir una vacuna o extraerse sangre. Sin embargo, deben aprender a superar esos sentimientos, pues estos tratamientos son esenciales para la salud.

Si tienes que extraerte sangre o vacunarte próximamente, echa un vistazo a estos tips para superar el miedo a las agujas. Haz que este proceso sea más rápido y sencillo para ti.

Distráete mientras esperas. Sentarte a esperar a que pasen los minutos puede ser una tortura para ti. Por ello, para no desesperarte de los nervios mientras esperas a que el médico te llame, lee un libro, o escucha música en tu iPod. De esta manera, estarás más distraido y tranquilo sin pensar en la aguja que se vendrá.

Respira lenta y profundamente. Siéntate con la espalda derecha, cierra los ojos e inhala y exhala profundamente. Una respiración profunda te ayudará a relajarte y concentrarte en otra cosa que no sea en la vacuna.

Enfócate en un objeto de la habitación. Si te has olvidado de tu iPod, de un libro, y la sala de espera tampoco tiene revistas para que te distraigas, entonces dirige la atención al lugar en el que te encuentras. Mira con atención los cuadros, los adornos, los letreros colgados de la pared. Si hay un poster con flores, por ejemplo, trata de contar cuántas hay. En fin, trata de distraerte con cualquier cosa que veas en la sala de espera así te olvidas – aunque sea un poco- de la aguja.

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Relaja tu brazo. Trata de aliviar tensiones, pues si tu brazo está tenso,  el pinchazo te dolerá más. Intenta relajar tu mente y tu cuerpo para que todo salga a la perfección.

Dile a tu médico que estás nervioso. Antes de recibir la inyección, dile que te encuentras muy nervioso. Los médicos están acostumbrados a recibir pacientes que temen a las agujas, por tanto te  ayudarán a relajarte.

Cuando el médico introduzca la aguja en tu brazo, mira para otro lado.

Una vez superado el momento, no pierdas la calma si te sientes mal. Si te sientes un poco mareado, siéntate por unos 15 minutos.